Un miedo silencioso dominó la primera noche tras el temporal

LA PLATA.- El miedo se siente en las calles. No hay movimiento ni luces. Sólo hay señales de la inundación. La primera noche luego de la tragedia es silenciosa. Venticuatro horas después se profundizaría el temor a los saqueos, pero en esa madrugada mandaban el recelo, la turbación, el ánimo social derrumbado que mantenía a la mayoría en sus casas, si es que el hogar seguía habitable. No hay ruidos en La Plata. Ni siquiera un ladrido. Es una ciudad golpeada y entristecida.A las 0.19 del jueves otro apagón magnificó la oscuridad. Los barrios periféricos son los más castigados, pero el casco urbano central también está sin energía. Sin luz ni ganas. La vida es fantasma esa noche. Las únicas luces son los destellos azulados de los patrulleros. Recorren la zona, intentan dar visibilidad a la presencia del Estado. Igual la desconfianza colectiva obliga al encierro en busca de protección.Sólo algunos vencen el susto y salen a dar una mano. Peregrinan rumbo a las calles 7 y 523. En la castigada Tolosa. Muchos son jóvenes y detienen sus vehículos frente al Club General San Martín. Es un movimiento rápido para entregar frazadas, colchones, ropa o lo que se pueda a la Cruz Roja, cuyos voluntarios clasifican las donaciones y las reparten de inmediato. Decenas de damnificados aguardan en ese lugar por una ayuda. Los que acercan la asistencia no esperan las gracias, dan su aporte y siguen en una conmovedora circulación de solidaridad. Más porque en la noche hay que tomar valor para animarse a salir pese a los refuerzos de seguridad.Otros buscan aprovecharse de ese esfuerzo grupal para salir adelante políticamente sosteniéndose en una organización reconocida como la Cruz Roja. El diputado Andrés Larroque y la plana mayor de La Cámpora llegan al Club General San Martín con promesas de apoyo, de brazos oficialistas. La intención parece ser ocupar el espacio que empieza a convertirse en un faro en la desgracia. Una especie de entrismo social. No tiene éxito.A cuatro cuadras, sobre la avenida 520 gana la desesperanza. Propietarios y empleados de supermercados de barrio hacen guardia frente a los comercios. El mate circula...