El 'método de la partida cuádruple' y la multiplicación del dinero para ganar la elección

Martín Guzmán, ministro de Economía

Luca Pacioli, el célebre fraile italiano que a fines del siglo XV formalizó el sistema contable de partida doble, uno de los grandes inventos que posibilitaron el capitalismo moderno, estaría lleno de envidia si viviera. El kirchnerismo inventó el sistema de partida cuádruple, un artilugio ya inaugurado en 2009 y que seguramente servirá de modelo para todos los populismos del planeta. Mediante este sistema, el gobierno argentino utilizará los derechos especiales de giro (DEG) recibidos del Fondo Monetario Internacional (FMI) para cancelar deudas por el doble de su valor.

Los DEG no son una moneda real. Son una canasta de monedas que incluye el dólar, el euro, el yuan, el yen y la libra esterlina. Hay emitidos unos 660.700 millones de DEG, equivalentes a US$943.000 millones. De estos, el 23 de agosto de 2021 se emitieron 456.000 millones, gracias a lo cual la Argentina recibió el equivalente a US$4334 millones, que pasaron a ser parte de las reservas internacionales del Banco Central (BCRA) ese día.

Si bien no son una moneda, los DEG pueden cambiarse por monedas, como el dólar, o destinarse a pagar deudas con el FMI en forma directa. Esto último es lo que hizo el gobierno el miércoles último, utilizando el equivalente a casi US$1900 millones. Este era el uso que todos esperábamos de los DEG. Dado que el Gobierno no tiene forma de conseguir dólares emitiendo en el mercado, los tomaría del Banco Central a cambio de un pagaré. Esto ya lo habían hecho Néstor Kirchner, para devolver US$9530 millones al FMI en 2006, y Cristina Kirchner, para pagar servicios de deuda por US$54.956 millones entre 2010 y 2015.

Sin embargo, mediante un decreto tan confuso que requirió una aclaración posterior, el Gobierno pretende, además, cancelar deuda con el BCRA por el equivalente en pesos de US$4334 millones con los mismos DEG. Una escena que no se daba desde la multiplicación de los panes y los peces en el mar de Galilea.

Más que un milagro, es una herejía producto de una necesidad electoral. La Carta Orgánica del BCRA tiene un límite para estos préstamos en pesos. Sumados a la distribución de utilidades del BCRA, y descontando lo que ya le transfirió al Gobierno durante el año, al organismo monetario le quedaba, al 17 de septiembre, una capacidad de financiar al gobierno de cerca de $500.000 millones durante 2021.

El problema es que este límite de la Carta Orgánica choca con otra carta, mucho más importante, la de Cristina...

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