Con mesura, Macri celebró la captura y esta vez evitó Twitter

Mientras en la clínica Bessone le revisaban la costilla fisurada el viernes pasado y le volvían a colocar la faja que se había sacado durante la noche para dormir más cómodo, Mauricio Macri se enteró por una llamada de la captura de los dos fugitivos que faltaban.

Del otro lado del teléfono estaba el jefe de Gabinete, Marcos Peña, que interrumpió su reunión diaria de las 8 con el equipo de comunicación para confirmar la noticia y transmitírsela al Presidente. ¿Alivio? "Un poco, pero no demasiado", contestaron a LA NACION cerca del jefe de Gabinete al intentar describir las sensaciones de la Casa Rosada al conocer una noticia esperada, pero que al producirse no generó euforia entre los funcionarios.

Las idas y venidas de los últimos 15 días y, sobre todo, el fallido anuncio de detención de los "tres prófugos", al que se sumó el propio Presidente vía redes sociales, dejaron dudas y algunas facturas impagas que impedían una alegría desmedida. Empezando por el desagrado del propio Macri, que tuvo la situación tal vez más incómoda desde que asumió.

En la reunión del equipo de comunicación, se decidió no hacer anuncios públicos sobre las detenciones hasta tener certeza plena. Luego de rechequear que los datos fueran verídicos, se decidió que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, viajara a Santa Fe.

Tres funcionarios que vieron al Presidente durante el día aseguraron que su ánimo no cambió demasiado con la noticia. De hecho, en las reuniones que tuvo en Casa Rosada luego de llegar de la clínica (una vinculada a la cumbre climática de París y la otra con funcionarios de Turismo) ni siquiera mencionó el tema de manera informal. Sí repitió que estaba dolorido por la costilla.

Se comunicó con Bullrich a través de Peña y también lo habría hecho de manera directa con la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, quien prometió ir "a fondo" contra la "red de apoyos" que tuvieron los prófugos.

"Ahí no hay ni hubo grietas, el Presidente sabe que María Eugenia va a ir con todo en esta pelea", afirmaron cerca de la gobernadora, que también participó de la reunión del domingo en la quinta Los Abrojos, donde Macri hizo notar su enojo con sus funcionarios por los "errores" del fin de semana.

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