Messi-Tevez, el duelo que divide a Berlín

BERLÍN.- Dao Pham sintetiza la globalización irreversible del fútbol. Este vietnamita, de 42 años, llegó ayer a Alemania para ver la final de la Champions League y lo primero que hizo fue asomarse a la Puerta de Brandenburgo con una camiseta que pone en negro sobre blanco "APACHE". "¿Me saca una foto?", pide, delante de una imagen gigante de Carlos Tevez estampada en un monolito. "Es mi ídolo".

A 50 metros, Jack Waisbourgh cobra por posar frente al monumento de Lionel Messi. "¿Somos parecidos, no?", sonríe. Lo admira tanto que es un calco: el mismo corte de pelo, la misma sonrisa tímida, idéntico corte de cara. Viene de Nottingham, Inglaterra, y no se quita la 10 del Barça. Trabajar de doble lo ayuda a costearse los viajes a partidos míticos de su héroe.

Por donde se mire el duelo de mañana entre Messi y Tevez ya se palpita en el inmenso parque de atracciones y comercio que montó ayer la UEFA en el corazón de Berlín. Aquella rivalidad nunca admitida que marcó una época de la selección argentina adquiere en estas horas dimensión universal.

Son las caras de la promoción de la final de este torneo que genera 1300 millones de euros en ingresos cada año. Sus nombres resaltan en miles de camisetas de hinchas de la Juve, del Barça y neutrales que se apelotonaban ayer alrededor de la Puerta de Brandenburgo. Comentaristas de todos los idiomas fían la suerte de la final al estado que muestren los dos argentinos.

La expectativa por Messi, por supuesto, es desbordante. ¿Cómo pararlo?, se preguntan. ¿Será capaz de otra actuación sobrenatural como la del domingo pasado en la Copa del Rey? ¿Tiene límite?

Una encuesta entre hinchas de toda Europa difundida ayer en Berlín reveló que Messi es considerado el mejor jugador de la historia de la Champions. Lo votó el 27%. El segundo es Zinedine Zidane, con 12%.

La devoción agranda el negocio. Las remeras del Barça con su apellido -las nuevas, a rayas horizontales- se esfumaron ayer en unas horas de los stands oficiales.

"Si él está bien no hay forma de detener a este Barça. Hasta haciendo lo nunca visto", comentaba en el fan park el campeón del mundo francés Christian Karembeu, a quien le encargaron depositar la Copa en Berlín, en exhibición hasta mañana. "Pero atención también con Tevez. Si la Juve tiene una oportunidad, será por él."

A los 31, Tevez llega aquí en la cumbre de su madurez, flaco y rocoso, asentado como líder. Su brillante año en Piamonte -29 goles, doblete en Italia, y esta final- lo colocó en...

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