Un mes de protestas: el estallido de Colombia, sin salida la vista

Los rescatistas embolsan el cadáver de una de las víctimas de la protesta ayer en Cali

BOGOTÁ.- Colombia cumplió ayer un mes de paro nacional y estallido social sin que se vea una salida al laberinto. Una nueva jornada de protestas en la que Cali volvió a sufrir el látigo de la violencia, que obligó a la gobernadora del Valle del Cauca a aplicar el toque de queda desde anoche.

Por lo menos cuatro personas murieron en un enfrentamiento durante el cual un policía de civil adscrito a la Fiscalía disparó contra un manifestante y luego fue linchado por un grupo de jóvenes. El tiroteo ocurrió en el centro de la ciudad "entre quienes bloquean y entre quienes querían pasar", reveló el alcalde, Jorge Iván Ospina, crítico con el gobierno. "La reyerta ha traído esta situación alocada de muerte y dolor" , sentenció el funcionario.

La violencia desmedida y los bloqueos corren en paralelo a las protestas, que reúnen a mucha gente, pero que ya no son masivas como al principio , lo que no ha evitado que los incidentes se multipliquen. Según las investigaciones de Human Rights Watch (HRW), de las 63 denuncias creíbles de muertes violentas se ha confirmado que de momento 28 (26 de manifestantes y transeúntes y dos policías) tienen relación con las manifestaciones . "Llamamos urgentemente a desescalar la situación", exhortó José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW.

Protesta de ayer en Bogotá con un cartel: "Soy mamá y no quiero un Estado asesino para mis hijos"

Precisamente los polémicos bloqueos se han convertido en un obstáculo para avanzar en los acuerdos entre el gobierno y el Comité Nacional de Paro (CNP). Duque insistió ayer en que quienes bloquean están secuestrando los derechos de los colombianos . Ambas partes ni siquiera se han puesto de acuerdo en las garantías para llegar a un acuerdo, una situación que resume la actualidad colombiana.

Mientras tanto, la Iglesia y la ONU, garantes de la negociación, repasan distintas fórmulas para que el diálogo prosiga. Según la policía, se mantienen casi un centenar de bloqueos repartidos por el país.

Ya casi nadie se acuerda de la fracasada reforma tributaria, que arrastró en su caída al ministro de Hacienda y se llevó consigo otra reforma, la de salud. Mientras estas desaparecían, emergían demandas sociales calladas durante décadas: desigualdad, falta de empleo, pobreza y las inmensas dificultades de los jóvenes para vivir en su país.

"No veo salida. El gobierno está más débil que nunca, las...

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