Merkel hizo foco en los derechos humanos con un homenaje en el Parque de la Memoria

Un perro negro cruza al trote la explanada del Parque de la Memoria. Antes de que pueda terminar el paseo, un agente de la policia federal lo intercepta y, tomándolo del cuello, lo retiene lo suficiente como para que la canciller Angela Merkel termine su recorrido. Desde arriba del techo, dos francotiradores custodian la escena.

La visita de la canciller al Parque de la Memoria fue breve y solemne. Una buena oportunidad para que el Gobierno reivindique un compromiso con los derechos humanos e, incluso, reconstruya su imagen después de varios traspiés en torno al número de desaparecidos o al fallo del "dos por uno" de la Corte Suprema.

Junto al vicejefe de gobierno, Diego Santilli, Vera Jarach, madre de Plaza de Mayo línea fundadora, y miembros de organizaciones de derechos humanos, lanzaron una ofrenda floral al Río de la Plata. Antes, destinó varios minutos a recorrer el monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado que, entre sus más de 9100 placas, cuenta con una docena dedicada a los alemanes asesinados en nuestro país entre 1969 y 1983.

Luego Merkel firmó el libro de visitas y cruzó unas palabras con Jarach, descendiente de alemanes.

Bajo el cielo encapotado y con un cartel colgando del cuello que decía "Son 30.000", Jarach miró a los ojos a la mandataria y sin tapujos le dijo: "En el pasado se negaba la historia. Acá también está pasando con el gobieno de ahora. Nosotros decimos que hay 30.000 desaparecidos y nos dicen que no. Queremos saber cuántos fueron y dónde están. Nunca más en silencio".

Después de ese breve intercambio, Merkel asintió, realizó un breve intercambio de regalos y partió hacia su próximo compromiso, en el Polo Científico Tecnológico de la ciudad.

Más temprano había estado en el Templo Libertad, la sinagoga más antigua del país, donde compartió una ceremonia religiosa con miembros de la comunidad judía, el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y el ministro de Medioambiente, Sergio Bergman.

Al salir, consideró el templo como "un puente entre Argentina y Alemania". "Muchos de los que tuvieron que huir del nazismo encontraron aquí un nuevo hogar", dijo. Y agregó: "Este es un recordatorio que tenemos que luchar contra el antisemitismo aquí y donde se presente y que debemos luchar por el Estado de Derecho y la libertad".

Con esas palabras se mostró en franca sintonía con...

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