Menos sexo, más salidas: ¿la fórmula de la felicidad?

Hace unos años, el mejor programa para Francisco e Isabel era quedarse en casa, preparar una rica cena y... tener sexo. Pero hoy esa ecuación de la felicidad conyugal ha cambiado: la cena es afuera, siempre con amigos, y el sexo puede no formar parte de esa fórmula infalible de la felicidad. "Si me das a elegir prefiero salir a cenar o ir a algún recital con mi pareja y amigos. No es que no disfrute del sexo, pero hoy la felicidad pasa también por compartir otras cosas, además de la cama", asegura Francisco, un confeso sibarita que dedica su tiempo libre a descubrir nuevos reductos gastronómicos. Salir y degustar un plato de algún chef encumbrado o prometedor es más tentador que una noche de sexo.

Aunque está instalada la idea de que una pareja feliz es la que más sexo tiene, los estudios acerca de la felicidad dicen lo contrario. "Lo que más mueve la aguja de la felicidad es el capital social", sostiene Martín Tetaz, especialista en economía del comportamiento y autor de varios libros, entre ellos Phyconomics.

En el estudio que Tetaz realizó con Pablo Schiaffino en base a una encuesta de Gallup, el grupo de gente que reportaba ser muy activos en su vida sexual, pero poco activos en su vida de pareja, no mostraban mayores niveles de felicidad que el resto. En cambio, los que decían ser muy activos en su vida social definitivamente tenían mayores niveles de satisfacción con la vida. "Estar en pareja incluso cuando no tenés mucho sexo te mueve mucho más la aguja que el que tiene mucho sexo, pero no está en pareja. Por eso los casados son más felices que los solteros. El soltero feliz es más bien un mito", asegura Tetaz.

Desde su perspectiva, que una activa vida social haga más felices a las parejas que el sexo puede explicarse en tres palabras: animales de costumbres. "Primero hay un efecto de habituación que hace que la gente se acostumbre a lo que tiene rápidamente. Y además el sexo da felicidad instantánea, mientras lo social brinda felicidad duradera. Por eso salir, compartir tiempo con la gente que uno quiere es lo que más peso tiene", asegura el economista especializado en comportamiento humano. Sin embargo, Tetaz no habla de preferencias conscientes: "Lo que nosotros demostramos es cuáles son las cosas que realmente hacen felices a las personas, más allá de que se den cuenta de ello o lo busquen. Por ejemplo, la variable más relevante, pasar tiempo con la familia y los afectos, muchas veces se sacrifica trabajando más".

A nivel...

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