En la economía, más control, menos inversión y algunas raras prohibiciones

La Argentina festejará en unas pocas semanas el primer aniversario del cepo cambiario. Y aunque ya se puede medir, con datos y cifras, el resultado de las restricciones, habrá que esperar más tiempo para conocer su impacto económico. Pero eso sí se puede hacer ya en Venezuela, donde, en febrero, se cumplirán 10 años de intervención del Estado en el mercado cambiario.En tierras del presidente Hugo Chávez, la variación del precio del dólar oficial aumentó 169% desde 2003, aunque la inflación en ese mismo período trepó 562%. Así, surgió un enorme mercado paralelo de la moneda estadounidense, que se consigue a un precio 170% más caro que el oficial. Los venezolanos pueden acceder a compras por Internet por un monto de hasta 400 dólares por año, siempre que se tenga autorización del gobierno bolivariano.La inversión extranjera se desplomó por la dificultad de las multinacionales de girar dividendos al exterior y el riesgo país se despegó de los números de México o Brasil -que tenían cifras similares antes de la intervención del mercado-. La balanza comercial sufrió enormemente si se saca al petróleo, principal producto que exporta Venezuela.En un trabajo realizado por la fundación Libertad y Progreso, el economista Iván Carriño investigó el impacto que tuvo en la economía la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) desde su creación, en febrero de 2003.Según el decreto de fundación, el organismo es el responsable de "administrar, coordinar y controlar la ejecución de la política cambiaria del Estado venezolano, con el propósito de contribuir al desarrollo integral de la nación y al fortalecimiento de nuestra soberanía".Una de las principales consecuencias fue la brecha que se abrió entre la suba del tipo de cambio real (169%) y la inflación (562%)."Esto repercute en el tipo de cambio real, que mide el poder de compra del dólar en Venezuela. Este tipo de cambio cae desde la aplicación del control de cambios, lo que implica que el dólar se abarata y, como contrapartida, los productos denominados en dólares incrementan su precio, dificultando la venta en los mercados internacionales", opina Carriño.Así, las exportaciones no petroleras, que representaban el 23% del total en 1997, pasaron a solamente el 5% en 2012."Otra cara de Cadivi la representa la dificultad que tienen las empresas internacionales para repatriar las ganancias generadas en Venezuela. Si bien hasta 2008 el ente regulador permitía las operaciones de compra de divisas para enviar dividendos...

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