Mendigo sin sombrero

Han sido varios los compositores que han sufrido alguna detención. En la gran mayoría de los casos, los motivos que ocasionaron el apresamiento fueron infracciones menores. Esto fue, exactamente, lo que le aconteció a Beethoven. En el otoño de 1821, con su habitual desaliño, deambulaba, un tanto desorientado, por las calles de Wiener Neustadt, en las afueras de la capital imperial. Vestía un viejo sacón raído, un tanto miserable, y además, gran pecado, iba sin sombrero. Según el relato que aparece en Music and Manners in the Classical Period, del musicólogo estadounidense Herbert Krehbiel (1898), con ese aspecto de mendigo sospechoso vagando sin un destino preciso, fue visto por algunos vecinos que llamaron a la policía. A pesar de sus aullidos y protestas, fue arrestado y llevado a un calabozo. Infructuosamente, una y otra vez, sostenía que era Beethoven. Varias horas después, sus insistentes berrinches tuvieron respuesta. A las 11 de la noche, el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR