Memorable Don Giovanni

Don Giovanni, de Mozart, ópera en 2 actos/Dirección musical: Pedro Pablo Prudencio / Dirección escénica: Marcelo Lombardero / Escenografía: Diego Siliano/ Vestuario: Luciana Gutman / Iluminación: Horacio Efron / Coreografía: Ignacio González Cano / Dirección del coro: Juan Casabellas / Cantantes: Nahuel Di Pierro (Don Giovanni); Iván García (Leporello); Oriana Favaro (Doña Ana); María Victoria Gaeta (Doña Elvira)¸Cecilia Pastawaski (Zerlina); Santiago Bürgi (Don Octavio); Hernán Iturralde (Comendador); Mariano Fernández Bustinza (Masetto) / Producción: Buenos Aires Lírica / Teatro: Avenida.Nuestra opinión: Excelente.Las dificultades para interpretar el Don Giovanni son conocidas. Cantidad de versiones salidas de diversos enfoques estéticos y criterios dramáticos diferentes, dan cuenta de la pluralidad de proyecciones, alentadas para la lectura de su obra por el propio Mozart. Ni siquiera la música disfrutó de consenso, porque la imagen de la sonoridad instrumental del siglo dieciocho fue cambiada en el diecinueve y notoriamente revisada (y en muchos casos recuperada) en el veinte.Las metáforas de Mozart en su Don Giovanni, aun no han terminado de analizarse y la falta de acuerdo entre los musicólogos más distinguidos no es el menor de los síntomas. Como se trata de cambios históricos bien visibles, hablar de una tradición en las interpretaciones de esa ópera es un asunto peligroso y escasamente defendible. En este caso, como en muchos otros vinculados a criterios artísticos, la falta de normas es una verdadera bendición a la libertad creativa.El brillante espectáculo logrado el viernes con Don Giovanni por Buenos Aires Lírica es un ejemplo de este privilegio del que disfrutan los artistas enredados con la música, y un hecho especialmente feliz, porque en Buenos Aires, con elenco local y en el off-Colón, la ópera de Mozart ha tenido nueva descendencia.Pocas veces, los amantes de la ópera han obtenido una respuesta tan satisfactoria de un equipo artístico, que exhibió absoluta homogeneidad, sin una sola actuación que produjera grietas en el conjunto. No es común lograr un grupo que se mueva con tanto aplomo, y que sea capaz de desenvolverse en un mismo alto...