¿Dónde está el mejor crudo y queso? Cinco paradores sandwicheros ineludibles de las rutas argentinas

El verano entra en su recta final y el retorno a casa es impostergable. El año mueve sus piezas y la dinámica cambia, pero podemos darle una emoción extra al regreso. Las rutas argentinas nos cuentan historias y para oírlas debemos olvidarnos de llegar a destino rápidamente y, en cambio, disfrutar del trayecto para abrirnos a las infinitas combinaciones de destinos y aventuras que podemos sumar desviándonos apenas del camino.

¿Dónde comer el mejor sándwich de jamón crudo y queso? La respuesta alimenta las redes sociales. Cada viajero o familia tienen sus paradas favoritas, y las defienden como si fueran equipos de fútbol. Algunas han transcendidos las fronteras y las generaciones y se han posicionado como verdaderos lugares de culto y peregrinación. No todas las vueltas son aburridas ni cansadoras, esta puede ser sabrosa e inolvidable, disfrutando una experiencia gastronómica emotiva y poderosa, probando los mejores sándwiches de crudo y queso de las rutas argentinas.

Parador Las dos Rutas

Paraje Padre Buodo, La Pampa

"Tengo que sacarme fotos con los clientes cuando piden un sandwich", afirma José Luis Albando, uno de los responsables de hacer el sándwich de crudo y queso más esperado de la ruta 35 en el cruce con la 152 , antes de entrar en el incomparable desierto pampeano. Se ha hecho famoso y a puro talento: "Hay que lograr hacer el mejor sándwich, las fetas deben estar ubicadas en diagonal al pan, para que sobresalgan", explica así su don, y que miles de personas por año se lo agradecen.

Desmesuradamente grande, lleva 100 gramos del primero y 100 del segundo fiambre. El pan lo hace especialmente una panadería de una colonia alemana vecina, Colonia Santa María. El parador está en un paraje de apenas dos habitantes , las dueñas del negocio. Histórico, en los últimos tiempos con el crecimiento del turismo en esta provincia ha generado veneración entre los sibaritas del volante. Abrió en 1968 y en poco tiempo se hizo leyenda. Recibe viajeros del norte y centro del país que van hacia la costa patagónica.

Los secretos de por qué el sándwich es tan deseado está a la vista: los fiambres los hacen ellos mismos. "El jamón crudo tiene poca sal, es especial", afirma Albando. Algunos los untan con manteca o le ponen aceite de oliva, los clásicos con mayonesa. No sabe cuántos prepara por día. Solo tiene una marca: cuando llega a 100, deja de contar. Por semana usan 30 patas de jamón crudo y por día, 60 kilos de pan. En el salón se exhiben chacinados...

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