Todos los medios y un fin: el Mundial

Alos dichos de Jorge Capitanich del martes último en el estudio mayor de la TV Pública sólo hay que cambiarles el tiempo verbal. A 25 días exactos del partido inaugural de Brasil 2014 funcionan a todos los efectos como una profecía autocumplida. "Durante todo este tiempo en la Argentina no se hablará de otra cosa", auguró el jefe de Gabinete durante la presentación del equipo periodístico del Fútbol para Todos que cubrirá el Mundial, acto que en verdad se convirtió en la apropiación exclusiva, por parte de la televisión oficial, del anuncio de la lista preliminar de 30 jugadores elegidos por Alejandro Sabella. ¿Ocurrirá lo mismo antes del 2 de junio, fecha límite fijada por la FIFA para dar a conocer la nómina definitiva de 23 futbolistas, o el aviso se hará en forma simultánea e igualitaria, como pasa en todas partes?Lo cierto es que no habrá que esperar hasta las vísperas del jueves 12 de junio (con el partido entre Brasil y Croacia, apertura formal del torneo) y mucho menos hasta el domingo 15 (con la presentación del seleccionado argentino frente a Bosnia) para que se cumpla el vaticinio de Capitanich. Hoy mismo casi no se habla de otra cosa, como si la frase, que no es otra cosa que el deseo manifiesto de un gobierno que monopolizó para sí el acto de mediados de semana en Libertador y Tagle, empezara a hacerse realidad a partir de su mera enunciación.No se trata de un pase de magia, una contingencia o el fruto del azar. Es la comunión de facto entre la manifiesta voluntad del Gobierno (nada como la fiesta del fútbol para dejar en segundo plano por un buen rato las penurias económicas del momento) y un compromiso visible en esa línea de todo el arco mediático, casi sin excepciones. Hasta el cine, que prepara para el mes que viene una batería de estrenos pensada para atraer al público menos entusiasmado con el fútbol, aparece completamente sugestionada por el "efecto Mundial", ese hipnótico factor que sale a la cancha, puntual, cada cuatro años para reducir por un par de meses a la mínima expresión a todo lo que no tenga que ver con una pelota en movimiento.El factor futbolístico ya se instaló entre nosotros, pero esta vez con una potencia que no registra precedentes. Es tan imponente el despliegue publicitario armado como anticipo del Mundial y son tantos los concursos, competencias, promociones, cuestionarios y sorteos pensados como gancho en esas campañas que, de concretarse todas las promesas de triunfos y premios, deberíamos asistir en las próximas...