Medio estúpidos

"Hasta son medio estúpidos. Si la que tiene que arreglar el problema es esta presidenta, que no tiene reelección, se hubieran alineado con el Gobierno."

(De Cristina Kirchner.)

Si de algo saben los peronistas es de tirar todos juntos del carro cuando olfatean el poder. La posibilidad de alcanzarlo o, en su terrorífico defecto, el temor a perderlo provoca milagros entre sus huestes: los enemigos se amigan, las internas se olvidan, las infidelidades se perdonan, la verdad se les revela. Como diría Julio Bárbaro: "El peronismo es como una marca de hamburguesas que convirtieron en un sello rentable".

El Big Mac de hoy se llama Daniel Scioli. Por elección o por default, Cristina Kirchner lo ha puesto en la cima y se encuentra obligada a sostenerlo para sostener su prédica de 12 años. Las cartas están echadas y el juego ya no tiene vuelta atrás. Toda la artillería partidaria se abroquela en defensa de su candidatura porque así lo requiere la hora. No es momento de criticarlo porque se haya ido a desestresarse cuando arreciaba la tormenta, no haya alcanzado el porcentaje de votos anhelado en las PASO o no pueda explicar convincentemente por qué no le alcanzaron los miles de millones que la Presidenta dice haberle mandado para invertir en infraestructura, en la provincia de Buenos Aires.

Son debates superados. Si algo hay que discutir es la filiación política del pobre chico muerto en Jujuy. No su asesinato. Tampoco merecen el pésame los cinco muertos por la inundación. Que le reclamen...