Las medidas del Gobierno: ¿justicia redistributiva o ajuste?

El discurso inaugural de Alberto Fernández y las primeras medidas de gobierno han puesto especial énfasis en la prioridad de aquellos que se encuentran en situación de necesidad extrema. La pobreza y la indigencia han sido las categorías centrales para definir las medidas de política económica que han pautado el comienzo de su gestión. Quienes llevan "una vida más placentera" deben contribuir a lograr que el 40% de la población salga del hambre y la penuria. De este modo, el Presidente determinó que en el estado social de emergencia vigente los principios redistributivos deben ser dos: atribuirles prioridad a los que menos tienen para garantizarles lo suficiente.

Las ideas de prioridad y suficiencia encuentran su expresión en la filosofía política en dos criterios redistributivos denominados "prioritarianismo" (neologismo derivado del inglés prioritarianism ) y "suficientismo". Ambos sostienen que lo correcto es ocuparse de los que menos tienen ya que lo moralmente importante es mejorar la situación de los que peor están. Debemos garantizar lo suficiente a los más desfavorecidos en virtud de la contundencia moral de la demanda del que más sufre. El suficientismo demanda que esas personas posean lo suficiente; el prioritarianismo sostiene que los más carenciados tengan prioridad por sobre los demás. Estos principios quedaron plasmados en la intención del Presidente de "reordenar las prioridades" comenzando "por los últimos para poder llegar a todos".

Analizar los criterios filosóficos que subyacen a las primeras acciones de gobierno nos ayuda a evaluar si estas medidas pueden considerarse de "ajuste" o si, por el contrario, son parte de una concepción de justicia redistributiva. La respuesta es: depende.

El prioritarianismo es un principio que determina que hay que adjudicarles incondicional prioridad a los más desfavorecidos en la distribución de los beneficios. La ganancia del que más sufre es categóricamente más importante que la pérdida de un individuo mejor posicionado. Esto lo diferencia del igualitarismo, que concibe una redistribución moralmente justificada solo en la medida en que reduzca la desigualdad.

El suficientismo, por su parte, determina que nuestro ideal distributivo debe poner el foco en el bienestar de aquellos que están por debajo de cierto piso absoluto (por ejemplo, la línea de pobreza o indigencia). Es un mal en sí mismo que las personas no superen un nivel determinado de suficiencia y los beneficios obtenidos por las...

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