Un médico, víctima de la violencia policial

No se resistió. Hizo todo lo que le exigió el delincuente que había entrado en su casa de San Isidro. Es más, para que el joven asaltante dejara de amenazar con un cuchillo a su hija mayor, de 21 años, le entregó 1200 dólares, 3500 pesos, celulares, un equipo de DVD y una máquina de fotos. Además, se ofreció a llevarlo a donde quisiera en su auto.

Héctor Beccar Varela, un reconocido médico obstetra, no sabía que salvar del peligro a su familia casi le costaría su vida. Un familiar dio aviso a la policía, que empezó a perseguir el auto desde Las Lomas. En el trayecto, tres agentes dispararon contra el auto; no mataron a nadie de milagro.

Cuando la carrera acabó, dentro de la villa La Cava, los uniformados, lejos de rescatar a Beccar Varela, lo balearon, le destrozaron el fémur y lo esposaron. Era la víctima y lo trataron como a un victimario. Hoy, nueve días y tres operaciones después, sigue internado. Por si fuera poco, desapareció parte del dinero que le robaron, dice su familia. Los tres policías fueron desplazados de sus cargos.

"La policía no lo mató de casualidad. No debieron haber disparado. Aunque lo hayan confundido con un ladrón no podían disparar así", dijo a LA NACION Andrés Beccar Varela, abogado y hermano de la víctima del increíble suceso.

Según informaron fuentes cercanas al ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, en las últimas horas fueron desafectados de la fuerza el teniente Juan Pablo Criado, el oficial Juan Ignacio Lugo y el sargento Oscar Sandes, que sería el que disparó e hirió a Beccar Varela. El hecho es investigado por el fiscal de San Fernando Oscar Núñez Barreto.

Según fuentes judiciales, el fiscal ordenó una serie de peritajes balísticos y espera la evolución de la víctima para tomarle declaración. También podría citar a indagatoria al sargento Sandes.

El hecho en cuestión comenzó el miércoles de la semana pasada a las 23, cuando la hija mayor del médico llegaba a la casa, en Bergallo y Diego Palma, a pocas cuadras de Las Lomas, en San Isidro. Al estacionar el auto fue sorprendida por un delincuente, de 19 años, que estaba desarmado.

"El muchacho ingresó en la casa, tomó un cuchillo de la cocina y amenazó a mi sobrina", recordó el hermano de la víctima.

Con la joven como rehén, el delincuente subió hasta la planta alta, donde descansaban el médico de 48 años, que trabaja en el Hospital Universitario Austral (HUA), y su esposa. El matrimonio tiene siete hijos. "El joven siempre tenía amenazada a mi...

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