Medicina: avanzan las mujeres, pero todavía persisten las inequidades

En el campo de la atención de la salud, la presencia de la mujer es cada vez mayor. Pero esta feminización profesional aún encuentra algunas resistencias, de acuerdo con un informe local del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

La paridad de los ingresos, el acceso a los cargos de decisión o la disponibilidad de tiempo para combinar el trabajo con el hogar sin resignar demasiado a cambio son algunos de esos obstáculos que aún perduran. Pero una mirada general indica que la situación de las mujeres con respecto de los varones "mejoró en los últimos años al reducirse las brechas en la cobertura de aportes jubilatorios y los años de antigüedad en el puesto", según afirman los autores del informe "Género en el sector salud: feminización y brechas laborales", que se presentó ayer en la sede del PNUD Argentina. "Las mujeres [del sector de la salud] también presentan una situación más favorable que las del conjunto de la población ocupada", agregan.

En nuestro país, de acuerdo con el análisis de los registros oficiales sobre los recursos humanos en el sistema sanitario, las médicas, enfermeras y técnicas ocupaban tres de cada 10 puestos en 1980. En 2016, que es el último año con datos disponibles, la cantidad se duplicó. Hoy, ellas representan el 59,3% de todo el personal de salud.

En las distintas especialidades médicas, se repite en general esa tendencia a la feminización: el 20% de los médicos que ejercían hace 38 años eran mujeres, comparado con el 46,3% en la actualidad. Si se tiene en cuenta solo los profesionales en edad activa (entre 23 y 64 años), la proporción de mujeres alcanza el 51,9 por ciento.

Las brechas de género comienzan a surgir a medida que esa tendencia comienza a desglosarse de acuerdo con las 72 especialidades certificadas en el país, la distribución del uso del tiempo, los ingresos o el acceso a los puestos de decisión. Mientras que entre las médicas más jóvenes predominan las que no son especialistas y superan a sus pares varones. También son más las mujeres que estudian las carreras médicas y se reciben. Los inconvenientes comienzan a surgir al momento de hacer la residencia.

"La carrera de medicina con una especialidad dura unos 10 años. Es la etapa que coincide con la edad reproductiva de las mujeres, que completan en menor proporción las especialidades y acceden más a concurrencias que a las residencias. Esto frena la posibilidad de avanzar en una carrera y sin una especialidad es más difícil acceder...

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