En Medellín se clasificó: justo como quiso

MEDELLÍN.- Lo cobijó la calidez. Con paisaje de montaña y vegetación semi- selvática, la Argentina llegó al trópico del Mundial Sub 20. Y, aunque lejos de tirarse panza arriba bajo el sol, porque de a ratos la tarea se le volvió trabajosa, lo hizo como quiso: primera e invicta en el Grupo F. Se quedó con un triunfo deportivo y logístico, ya que mantendrá la sede en esta ciudad en los octavos de final, en los que se enfrentará con el segundo del Grupo E, que se cerraba anoche. Aquí se sintió a gusto y, a partir de ahora, cada detalle contará en la parte más brava, un camino de eliminación directa hacia el podio.El tránsito por la primera parte de la competencia le dejó signos positivos. La saludable intención en eso de la tenencia de la pelota se repitió ante Corea del Norte, que confirmó lo que se preveía en los papeles: una llamativa falta de recursos que lo ratificó como el adversario más débil. La ausencia de Lamela fue bien cubierta por Luque. De diferentes condiciones, por el carril izquierdo, el volante de Colón se ofreció como una salida constante y asistió con un centro medido a Ferreyra, que se reencontró con el gol después de un par de erráticos encuentros. Luque también se arrimó a las posiciones ofensivas y estuvo cerca del gol. Se volvió, sin duda, una buena alternativa de recambio.En ese mismo sentido quedó el debut con gol de Villafañez, que reemplazó a Ferreyra, después de una media vuelta que rebotó en un defensor. Saludable, por cierto.El arco invicto fue un símbolo de que mantuvo la solvencia en la última línea, pese a que se vieron algunos desacoples entre los centrales. Incluso, los coreanos aprovecharon en un par de ocasiones las grietas. Pero su escasa capacidad de resolución conspiró contra sus propias intenciones. El DT Walter Perazzo reservó a Nervo y, casi con seguridad, perdió a Pezzella por lesión.El plan argentino se sostuvo. Pudo haber definido la historia con más holgura, sobre todo anoche, pero se topó con dudas en el...