La mayor muestra argentina en Francia es un viaje porteño y sin clichés

París.- Perfumado por los tilos en flor, el Boulevard de la Bastilla recibió ayer la muestra My Buenos Aires, la más ambiciosa apuesta por la difusión del arte argentino en el exterior, impulsada por el coleccionista Antoine de Galbert, con el apoyo de Hernán Lombardi, ministro de Cultura porteño, y de la embajada de Francia en la Argentina. Clima primaveral y festivo en la Maison Rouge, el espacio privado con mayor visibilidad de París, fundado por el heredero del dueño de Carrefour, que se inició con una modesta galería en Grenoble. De Galbert tiene hoy una colección de más de 1000 obras y una de las tres colecciones de sombreros rituales más completas del planeta.

Hombre de perfil bajo y pocas palabras, recorrió en silencio My Buenos Aires antes de la apertura. Vestido de azul noche, luce la Legión de Honor en su solapa y disfruta de la tercera etapa de su programa de trabajo consagrado a dar visibilidad a los artistas de ciudades periféricas. Primero, Winnipeg; luego, Johannesburgo; ahora, Buenos Aires. Son 2500 cuadrados consagrados al arte argentino de las últimas cuatro décadas, con el acento puesto en las obras producidas después de 2001. Los artistas que sortearon la crisis con poéticas intimistas fueron seleccionados por Paula Aisemberg y Albertine de Galbert.

Recomendada por el matutino Libération como una de las muestras del verano parisiense, la exposición porteña comparte cartel con Jean Paul Gaultier en el Grand Palais; Le Corbusier, en el Pompidou, y con una selección de obras maestras llegadas de los mejores museos del mundo a la Fundación Louis Vuitton del Bosque de Boulogne, edificio fabuloso diseñado por Frank Gehry.

Gran oportunidad para los artistas argentinos: 20 de los 63 participantes estaban ayer en la Maison Rouge, comiendo empanadas criollas à la parisienne. Entre ellos, Tomás Espina, que con Martín Cordiano construyó una casa destruida, casi una metáfora de la Argentina (y de esta generación creativa) poscrisis.

Breves palabras del coleccionista De Galbert, del ministro Lombardi y del embajador en Buenos Aires, Jean Michel Casa, acompañado en el informal estrado por Susana Rinaldi, agregada cultural de nuestra embajada en la Rue Cimarrosa, recién llegada de Málaga, donde puso a prueba, casi a los 80 años, que el caudal de su voz sigue intacto.

Factótum de este desembarco en el vecindario de la Bastilla, el más arty de París en estos días, fue Jean-François Guéganno, el agregado cultural de Francia, quien junto...

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