Mauricio Macri interviene para alejar el riesgo de una ruptura en Juntos por el Cambio

Horacio Rodríguez Larreta y varios intendentes macristas del conurbano recibieron idéntica llamada, casi con la misma consigna. "¿Cómo la vas llevando?", escucharon, de boca de Mauricio Macri, durante esta semana, preocupado por el desgaste de sus viejos compañeros de ruta, en la diaria y complicada lucha contra la expansión del coronavirus. Antes y después de esas llamadas, otros de sus colaboradores, entre los que sobresale la presidenta de Pro, Patricia Bullrich, también recibieron su "bendición", o al menos su aval, para adherir a los cacerolazos que pidieron a "los políticos" que bajen sus sueldos, a tono con el "esfuerzo que le reclaman" al resto de la sociedad.Casi como nunca, y desde la cuarentena que cumple en la quinta Los Abrojos, el expresidente debió hacer equilibrio para que la tensión interna en Pro -con ramificaciones hacia sus socios radicales y la CC-ARI de Elisa Carrió- no se desmadrara del todo. Claro que su sutil aval inicial a los "duros" que volvieron a mostrar los dientes al gobierno de Alberto Fernández le valió no pocos reclamos -por ahora sin estridencia- de quienes creen que no hay margen para "jugar a la política" en los inéditos tiempos que impone la pandemia y que debería ser él quien frene de cuajo cualquier intento de confrontar con su sucesor en la Casa Rosada.Patricia Bullrich, Miguel Ángel Pichetto y quienes dentro de Juntos por el Cambio insisten en ubicarse lejos del Gobierno leyeron un espaldarazo hace diez días, cuando Macri criticó "la decisión oficial de impedir el regreso de los argentinos fuera del país" al cerrar las fronteras. Fue su última aparición en las redes sociales, y pocos días más tarde comenzaron a escucharse las cacerolas con críticas a "los políticos" y reclamos de que recorten sus dietas y gastos. Quienes acompañaron esas manifestaciones sospechan que ni el jefe de gobierno porteño ni los intendentes de Pro salieron a respaldar esa iniciativa "porque Alberto Fernández les pidió que no lo hicieran". Alguno de ellos va más allá con la ironía y habla de "Horacio Fernández", en referencia a la sintonía entre el Presidente y el jefe de gobierno porteño, acelerada por la expansión del virus. Bullrich y otros dirigentes criticaron duramente al Gobierno por la desorganizada apertura de los bancos, que el viernes dejó a miles de jubilados expuestos al contagio.Con distintos matices, Rodríguez Larreta y los intendentes del conurbano -Jorge Macri fue de los más enojados- salieron a cuestionar...

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