Massa, un presidente que busca la reelección

Cristina Fernández, Alberto Fernández y Sergio Massa

En menos de dos semanas, una combinación de cesiones, defecciones, ambición e hiperactividad le permitió a Sergio Massa dejar atrás su tumultuosa consagración y convertirse en mucho más que el precandidato oficialista . Es hoy un presidente (de hecho) que va por su reelección . Aunque con beneficio de inventario, despegándose de errores y autoadjudicándose méritos.

Para sostener al funcionario y postulante al tope de la agenda pública operan y están en su apogeo una eficaz maquinaria propagandística de la gestión y una generosa agencia de colocaciones para incorporar desplazados del mercado electoral.

"El Gobierno soy yo", podría decir Massa, seguro de que nadie se animaría a contradecirlo, pero lo evita, menos por modestia que por autopreservación. Las primeras encuestas serias hechas tras la inscripción de candidaturas no le dan motivos para sobregiros. La performance de su espacio y la caída de la figura de Javier Milei no lo benefician .

En la inusual reunión de gabinete realizada dos días después del cierre de listas, Alberto Fernández confirmó la nueva arquitectura del poder nacional.

Para Fernández quedó la función formal (y protocolar) de jefe de Estado, mientras la jefatura de gobierno pasó al ministro-candidato, asistido por su compañero de fórmula Agustín Rossi , quien había convocado a ese encuentro. Más excentricidades de un gobierno extravagante.

Cada día, cada tarde y cada noche, el infatigable equipo de prensa y propaganda del Ministerio de Economía y del propio funcionario se encarga de anunciar, promocionar y publicitar un mínimo de media docena de actividades del ministro, los números más benévolos de la marcha de la economía, diversas gestiones económico-financieras, y reuniones y representaciones que exceden a su función. En la Capital, en el interior y en el exterior del país. Como si tuviera el don de la bilocación. El músculo no duerme y la ambición no descansa, ni todo está en calma, contra lo que dice el tango. Y todas las fronteras siempre son difusas.

Agencia de colocaciones

Los encargados de la comunicación massista, además, difunden reconciliaciones, incorporaciones, designaciones y gestos de seducción para con viejos enemigos, recientes adversarios, futuros respaldos y eventuales aliados . Daniel Scioli, Eduardo de Pedro, Julián Domínguez (y siguen los nombres) dan testimonio. Resulta difícil discernir quiénes se suman al Gobierno y quiénes, al equipo...

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