La masiva marcha por Maldonado apuntó contra el Gobierno y terminó en un caos

Una multitudinaria movilización a Plaza de Mayo reclamó ayer por la aparición con vida de Santiago Maldonado, el joven artesano de quien nada se sabe desde hace un mes, luego de que participara de una protesta mapuche en Chubut. En una convocatoria heterogénea, organizaciones políticas, gremiales y de derechos humanos responsabilizaron al Estado y a las fuerzas de seguridad por su "desaparición forzada". Sergio Maldonado, hermano del joven, fue el único orador y pidió que "Patricia Bullrich dé un paso al costado".

La marcha se desarrolló pacíficamente, excepto por una breve refriega entre agrupaciones militantes. Sin embargo, al terminar, y cuando la mayor parte de los manifestantes ya habían desconcentrado, un grupo de violentos activistas provocó graves disturbios en la Plaza de Mayo y en las calles aledañas, y obligó la intervención de las fuerzas de seguridad. Hubo al menos 8 heridos y más de 20 detenidos. También hubo agresiones a una dependencia de la Gendarmería en el microcentro y en locales comerciales. Las fuerzas de seguridad bregaron dos horas para dispersar a los manifestantes, en acciones que se extendieron hasta el Congreso Nacional.

Antes de que el caos se apoderara del lugar, una consigna había aglutinado miles de personas en una de las marchas más masivas del año: "Vivo se lo llevaron, vivo lo queremos".

La configuración de la protesta fue similar a la que el 24 de marzo de cada año recuerda el inicio de la última dictadura militar. Hubo una fuerte presencia político-partidaria y de organismos de derechos humanos.

Cuando Sergio Maldonado, hermano del joven de 28 años desaparecido, tomó el micrófono, la plaza desbordaba. El discurso fue breve. Maldonado leyó una carta. Allí apuntó a la responsabilidad del Estado y cuestionó la investigación en curso. Las líneas más duras estuvieron dedicadas a la ministra Bullrich.

"A un mes de la desaparición forzada de Santiago, el Estado sigue negando su desaparición a manos de Gendarmería. Pareciera que negaran hasta su propia existencia", comenzó. El hermano mayor de Santiago vestía una remera blanca con la foto de su hermano impresa en el centro. A su lado, lo escuchaba el premio Nobel de la Paz Pérez Esquivel y las Madres de Plaza de Mayo.

"En ningún momento se cuestionó el accionar de Gendarmería en el desalojo de la protesta. Lo único que se hizo fue cuestionar a Santiago, a mi familia y a sus amigos. Somos víctimas del maltrato de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich"...

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