La masacre de Misiones: mientras lucha por su vida apuntó al asesino de su familia

Como esa tarde llovía en forma torrencial en Panambí, en Misiones, la familia Knack decidió festejar el cumpleaños de Carlos "Nano" Knack con un almuerzo íntimo. Una vez terminada la reunión, el cumpleañero llevó a su novia a la casa. Eran las 19.30 cuando cinco hombres encapuchados irrumpieron con una violencia impiadosa: sólo buscaban dinero.En aquel momento estaban en la casa familiar los padres de "Nano", Oscar Knack, de 43 años, y Graciela Mojsjuk, de 42, y sus hermanos Cristian, de 25, y Bianca, de 12. Después de golpearlos, los encapuchados los ataron a todos juntos, los encerraron en un dormitorio, los rociaron con alcohol y los .Cuando "Nano" volvió a su casa sus familiares estaban tirados en el pasto, moribundos. Era la noche del 25 de mayo pasado.En los días posteriores , como consecuencia de las graves quemaduras sufridas, su padre, su madre y su hermana. Hoy, después de un mes y tres días, "Nano" pasa sus días cuidando a su hermano Cristian, que sigue en estado grave después de haber sufrido anteanoche un paro cardíaco.En los días que lleva internado, a Cristian le han hecho varios injertos de piel en brazos, piernas y cara, además de haberle realizado una traqueotomía.Esta masacre, el mayor homicidio múltiple en la historia de Misiones, aún conmueve a este pequeño pueblo de 1000 personas que ya ha realizado varias marchas para reclamar justicia. Los Knack son una familia de buen pasar económico que vivía en un amplio chalet de ladrillos con varios metros cuadrados de terreno, con plantas y palmeras. Oscar Knack era el dueño de uno de los aserraderos más grandes de Oberá. Según publicaron varios medios locales, los Knack eran una familia que creció económicamente muy rápido en los últimos años con el negocio maderero.En los últimos días, antes de sufrir el paro cardíaco, Cristian había tenido una leve mejoría y pudo corroborar ante personal policial y un representante del juzgado que uno de los tres detenidos, Pablo Paz, estuvo en su casa la tarde de la masacre.Pero anteayer su situación se agravó. Volvió al coma inducido y comenzó a ser asistido por un respirador artificial y quedó acompañado de sus tíos y sus primos en el hospital Madariaga, en Posadas."Estábamos muy contentos porque evolucionaba bien, pero ahora se agravó y estamos muy preocupados", dijo su tío, Néstor Knack.Además de la compañía familiar, la Jefatura de Policía ordenó que tres agentes se encarguen de custodiar al joven, después de que identificara a uno...

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