Martino reconquistó al plantel

Martino, el técnico campesino que había sido eyectado de Barcelona, de repente iba a tener que administrar los egos de varios cracks del seleccionado. Muchachos difíciles. Los futbolistas someten a los entrenadores a evaluaciones asfixiantes. "En un club también gestionamos egos. Convivimos con eso. Y tratamos de manejarlo. Pero eso no quiere decir que se trate de quedar bien con todos, eso no es así", contaba el técnico en la revista Un Caño.

-¿Ni un poquito hipócrita tenés que ser? "No. Yo particularmente, no. Pero esto es materia de creerme o no. No tengo más que mi palabra para sostenerlo", agregaba.

Martino aparecía acorralado hace unos días. Con una doble fecha infernal, la desconfianza de buena porción del público y la crítica, un tembladeral de rumores y demasiadas fragilidades internas. No rebeldía, sino flaquezas. Jugadores que no estaban convencidos, que la final perdida en la Copa América los había alejado de las certezas imprescindibles para afirmar un proyecto. Brasil y Colombia permitirían sondear la auténtica fortaleza de los vínculos. ¿Qué preferís: un jugador con concepto, con técnica, con capacidad fisica.?, escuchó cierto día Martino. "Con técnica. El resto se va agregando. Lo que no se puede agregar es el corazón: la disposición para sacrificarse, la valentía. Vos lo ves jugar a Xavi o a Iniesta y saben jugar al fútbol, pero entiendo que tienen mucho corazón para jugarlo de la manera que lo juegan...", contaba. El técnico necesitaba de sus jugadores, de...