Martín Egozcue: 'Palermo es un shopping sin techo'

Martín Egozcue tiene 25 años en la moda. Tenía 18 cuando fue a buscar su primer trabajo para el verano con su primo, el prolífico Federico Álvarez Castillo (hoy, Etiqueta Negra). Algo había en él para que Castillo no lo dejara ir por años. No había cumplido los 21 y supervisaba la fabricación de miles de jeans Mango. Pasó también por Motor Oil, Soviet, Diesel, Paula Cahen d'Anvers, Bowen y otras, hasta que dejó la empresa de su primo para desarrollar Bensimon. Desde hace doce, Félix.-¿El comienzo de Félix?-En Gurruchaga, en una casa destrozada, con ratas, pisos agujereados y que por 15 años había estado tomada. Mis amigos y mi contador no lo podían creer. En esa cuadra no había ninguna otra marca y yo pagaba un alquiler irrisorio. Piqué paredes, dejé aberturas viejas y todo ese concepto. Pero este año me cansé y me quise ir a lo opuesto. Hice un local muy net en Honduras. Me agotaron el vintage y las piezas de demolición. Vivo en un departamento de 100 años, pero en la tienda eso le ganaba espacio a la ropa.-¿Palermo está dejando de ser retro?-Ese concepto murió. Palermo es un shopping sin techo. Ya no es un foco de diseño, y no sé si alguna vez lo fue. Ahora las marcas que funcionan son las que estamos en los shoppings, las más mainstream. En un momento hubo que tomar una decisión: o te quedabas como un pibito de Palermo o dabas el salto y armabas tu compañía. Era obvio que iban a venir Rapsodia, Etiqueta, María Cher? O te tirabas a tratar de competir con ellos, entrabas en los shoppings y todo ese camino que yo hice, o desaparecías, como desaparecen acá todos porque no pueden afrontar alquileres de 50.000 pesos. Tengo cuatro locales, sigo siendo el dueño, tenemos 50 clientes al por mayor y abrimos una tienda en José Ignacio, donde también vendemos Lupe, la marca de mi mujer, perfumes y objetos. Siempre pensé en esto como un negocio. Desde el primer día quise ganar dinero.-Tu mujer es Lupe, tu suegra es Marisa Marana? ¿Félix niños lo diseñan tus hijos?-Son muy chicos, y por ahora estoy intentando que jueguen al fútbol. Son una inspiración. Hacemos ropa para subirse a los árboles. Félix iba a ser mi primer hijo, pero nació Juana. Entonces me pareció que era un buen nombre para una marca. Una vez vino un hombre y me preguntó si teníamos algo que ver con el Félix de los 40. Estaba en la calle Lima, y con telas...