María Eugenia Vidal enfrenta la tensión de un conurbano distinto

Mientras en la Casa Rosada almuerzan con la vista clavada en las pantallas que informan la cotización del y , en la oficina de lo hacen frente a un virtual tablero de comando que mide el clima social en el conurbano. Reuniones constantes con los ministros y Santiago López Medrano, con los intendentes, con la Pastoral Social y con los movimientos sociales; recorridas sorpresas y sin prensa por los lugares más afectados; reasignación de partidas presupuestarias.En el entorno de la gobernadora admiten que no hay tema en el que ella sea más demandante. Pesa el perfil que ha cultivado siempre como dirigente: la cuestión social es "su" tema. Pero sobre todo influye la sensación de que el extenso conglomerado urbano que rodea la capital es un polvorín en tensión constante. "Van a ser los tres meses más largos de la historia", resume un ministro bonaerense al hablar de los desafíos que le quedan hasta fin de año.Vidal asume que en el delicado momento económico que atraviesa el país, hace falta muy poco para encender la mecha que podría comprometer la estabilidad de su gobierno y su futuro político. No tiene herramientas estructurales para revertir la recesión y el desempleo, que como demostró la última medición del Indec impactó allí con especial fuerza (casi tres puntos por arriba del promedio nacional). Por eso se refugia en la contención social. Asistencialismo, comida, planes. La red básica para evitar desbordes. Vive al día.Los episodios de violencia de las últimas semanas dejaron en evidencia la transformación social que sufrió el conurbano profundo en los últimos años. Las amenazas a una docente de Moreno, la quema de una escuela en Berazategui, los robos a los supermercados bajo el formato de saqueo, y hasta la escalada del expresaron dinámicas diferentes a las conocidas hasta hace poco tiempo.La principal novedad es que a diferencia de las épocas en las que el conurbano era el reino de los barones que administraban la violencia en los municipios y los punteros políticos eran la principal referencia, ahora se impone la anarquía de la delincuencia común y de las bandas narco.En la gobernación de La Plata aseguran que todos los actores orgánicos están cooperando para evitar que la situación se descontrole. No solo la Iglesia -que lo hizo históricamente-, sino también intendentes opositores y movimientos sociales, más allá de las demandas públicas para que se declare la emergencia, están en esa sintonía. Este es el dato positivo.El negativo es...

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