En Mardel ya hay más skaters que surfers

MAR DEL PLATA.- Van, vuelven, vuelan, se caen, se paran, regresan al borde superior de la rampa y de nuevo, por enésima vez y bajo un sol abrasador, toman envión desde las alturas y van por una nueva pirueta. Las de manual, claro, porque todo el tiempo tienen que hacer de las otras para no chocarse. Son decenas desde temprano y cientos en varios momentos del día, en especial a la noche. Los skaters son multitud, y en esto de hacer equilibro y demostrar destrezas sobre una tabla ya son mayoría, en una ciudad líder desde hace décadas en la práctica del surf.Hasta los más destacados surfistas admiten el crecimiento de un fenómeno tal que, en octubre pasado, quedó plasmado en la rambla Bristol con la construcción de un skate park que entró en el podio de los más grandes del país. Un giro en la demanda que también se percibe en el comercio, donde muchos de los surf shops leyeron el nuevo escenario y pronto, en sus vidrieras, empezaron a hacerles lugar a ruedas, tablas de madera e indumentaria y marcas más propias del skate . Y hasta crece aquí, con expectativas de exportación, la fábrica de las mejores tablas del país."Esto está lejos de ser una moda, es una expresión de cultura urbana en la que la prioridad no es la competencia sino disfrutar con amigos un estilo de vida", dice a LA NACION Lucas Rojas, de 27 años y skater profesional que ayer, con un escenario ideal para disfrutar de la playa y el mar, mantenía un desafío personal con una de las ollas del skate park lindero al Casino. Es de los que confirman sin dudar que el skate por fin le gana la pulseada al surf.El flamante escenario, inaugurado recientemente, es el principal punto de encuentro. Pero los skaters se ven por aquí y por allá. Los que gustan del estilo street , o callejero, saben elegir veredas y edificios que les proponen obstáculos y desafíos a sortear con maniobras y saltos. Y quienes gustan de los longboard , de mayor tamaño, eligen calles en declive para ejecutar sus descensos a puro vértigo.Mar del Plata es pionera del surf. José Pepe Gil, con tablas que le trajeron desde Estados Unidos, sorprendía a todos cuando en Mar del Plata, a fines de los 60, era el primero por aquí en viajar parado sobre las olas. Y apenas unos años después Alejandro Ianone y un puñado de amigos de Playa Grande ya experimentaban sensaciones similares en las calles, pero sobre una pieza de madera equipada con ruedas de patín. "En 1973 armamos las primeras tablas y rampas y luego el primer...

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