Marcos Peña toma el control de la inversión pública

La reforma de ministerios que dispuso Mauricio Macri la semana pasada bajo la bandera de la reducción del gasto público trajo consigo una nueva bendición para Marcos Peña, su funcionario dilecto en la conducción nacional. El ya poderoso jefe de Gabinete, que supervisa la gestión de los ministros a través de los coordinadores Gustavo Lopetegui y Mario Quintana, acaba de sumar el derecho de tener la última palabra sobre todas las inversiones del Estado a nivel nacional, algo que hasta ahora gravitaba en el ámbito del Ministerio de Producción, a cargo de Francisco Cabrera, que lo había recibido más por un pasaje de manos en el marco de cambios anteriores en los ministerios que por un pedido propio.

El decreto 513, que se conoció la semana pasada, sostiene que una de las premisas del Gobierno es lograr "la utilización racional de los recursos públicos, particularmente los relacionados con la inversión pública nacional, para potenciar la planificación y el control de gestión de ésta". Y a partir de ese argumento afirma que "corresponde" transferirle esa tarea a la Jefatura de Gabinete.

En la práctica, el cambio normativo le permitirá a Peña manejar el Sistema Nacional de Inversiones Públicas (SNIP), que tiene un rol clave en la definición de los proyectos de infraestructura e inversión en general que se incorporan al presupuesto de cada año, es decir que contarán con los fondos públicos necesarios para ser desarrollados. Además, Peña será el encargado de controlar la marcha de las iniciativas, algo que ya ocurre en la actualidad mediante un trabajo junto con el Ministerio de Modernización, de Andrés Ibarra.

Los recursos para inversión pública constituyen una de las partidas más importantes del presupuesto nacional. En 2014, por ejemplo, el kirchnerismo destinó a esa tarea $ 91.510 millones (unos US$ 10.665 millones, según el tipo de cambio del último día de ese año), mientras que en 2015 puso $ 148.622 millones (alrededor de US$ 11.000 millones).

Pese a que intenta reducir el gasto público en otras áreas, la reducción de la inversión pública no parece ser un objetivo del macrismo. Al menos así lo muestran los números en lo que va del año.

Según un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto, en los primeros cinco meses de 2017 el Estado puso cerca de $ 52.300 millones en inversión real directa (IRD, ejecutada directamente por la Nación) y transferencias de capital a provincias y municipios, "lo cual constituye un 69% más que el monto...

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