Marcelo Cohen, prodigio de la imaginación y pionero para las nuevas generaciones de escritores

Marcelo Cohen murió este sábado a los 71 años

En su último diálogo con LA NACION, Marcelo Cohen (Buenos Aires, 1951), que falleció este sábado a los 71 años en su casa en la ciudad de Buenos Aires, se definió como un "aprendiz vitalicio". Síntesis del humor, la humildad y el genio paradójico -tres virtudes que cualquiera que haya leído sus novelas, cuentos y ensayos podría atribuirle- esa definición sin embargo ocultaba un aspecto clave del autor de una de las obras más monumentales de la literatura argentina: Cohen fue un pionero para las nuevas generaciones de escritores que, a partir de los años 2000, comenzaron a experimentar con formas narrativas distantes del realismo, en escenarios ruinosos y a la vez futuristas, con personajes rozados por el absurdo, las obsesiones y el dolor. Em julio de este año la Biblioteca Nacional Mariano Moreno le había otorgado el premio La Rosa de Cobre por su trayectoria.

Abel Gilbert, Marcelo Cohen (con el premio La Rosa de Cobre), Maximiliano Papandrea y Juan Sasturain

Fue también una "mente traductora", como lo definió su amigo, el escritor español Jorge Carrión. Cohen dio a conocer versiones impecables de William Burroughs, Raymond Roussel, John M. Harrison, J. G. Ballard, Clarice Lispector, Gene Wolfe, Quim Monzó, Julia Armfield y Al Alvarez, entre tantos otros. "Traducir requiere mucha disciplina -dijo a este diario-. En cierto modo es como un taxista. El día en que no trabaja o trabaja menos lo que se gana por mes es menos. Hay que ser muy disciplinado y yo soy bastante neura, obsesivo". Tradujo del inglés, el portugués, el italiano, el francés y el catalán. Escribió la letra de una canción, "Falsario", para el grupo Babasónicos, con su amigo Adrián Dárgelos.

Tres de los libros de Cohen: las novelas "El país de la dama eléctrica" y "El oído absoluto" y los cuentos de "Los acuáticos"

Junto con su pareja, la escritora y profesora Graciela Speranza, dirigía la revista cultural de debates y reseñas de arte, literatura, música, cine y series Otra Parte . Sus primeros libros, de la década de 1970, fueron de cuentos pero la obra con la que inició un recorrido desde entonces siempre sorprendente fue la novela El país de la dama eléctrica (1984), publicada en Barcelona, donde vivió entre 1975 y 1996. Luego siguieron El oído absoluto (1989), los relatos de El fin de lo mismo (1992), El testamento de O’Jaral (1995), Donde yo no estaba (2006), Los acuáticos (cuentos, 2007), Casa de Ottro (2009), Balada (2011), Música prosaica (2014), Algo más (2015), los ensayos de Notas sobre la literatura y el sonido de las cosas (donde escribió sobre...

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