Mar del Plata literaria, nuevo capítulo de una vieja tradición

Es la ciudad de aquel primer encuentro, allá por la década de 1930, entre Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares en de otra apasionada por los buenos escritores: Victoria Ocampo. La que fue testigo de la despedida final de Alfonsina Storni entre las olas de La Perla. La misma que vio nacer a Osvaldo Soriano; la que hace más de una década tiene su propia feria del libro y también su cada vez más convocante festival de novela negra. La que ve crecer y trascender a plumas locales y la que, desde emprendimientos genuinos y a pulmón, abraza a pequeñas editoriales que de a poco se hacen lugar en el mercado nacional. Es esa misma ciudad tan familiarizada con las letras la que a partir de hoy recibe al Festival Internacional de Literatura de Buenos Aires (Filba), que en su versión nacional y en la aventura de salir de la metrópoli se instala en estas playas con intensa agenda para los próximos cuatro días.

Se trata de una oportunidad para que destacadas figuras nacionales coincidan durante estas jornadas con algunos pares lugareños y, más importante aún, con el público que los lee y tiene aquí esa chance de tenerlos cerca y con posibilidad de contacto directo. Tanto como para encuentros mano a mano, siempre con libros de por medio.

Con el IV Filba Nacional llegan a Mar del Plata autores como Guillermo Martínez, Edgardo Cozarinsky, Juan José Becerra, Inés Garland, Rafael Cippolini, María Moreno, Iosi Havilio y Sonia Cristoff, entre casi 40 invitados que participarán de las distintas actividades. Programa que tendrá como atractivo la posibilidad de interactuar con el exquisito escenario que los recibe. Habrá caminata playera, acciones en lugares emblemáticos de la ciudad, charlas abiertas, proyecciones y música.

"Cuando decidimos salir con el Filba a recorrer el país, la elección de sedes tenía que ver con esa necesidad de encontrar actitud, entusiasmo y tierra fértil, que en Mar del Plata apareció bien pronto y facilitó la decisión", explicó a LA NACION la directora del encuentro, Gabriela Adamo. Antes pasaron por Bahía Blanca, Santa Fe y Azul.

Hallaron aquí una buena recepción en el Museo MAR y su gente, sabían que tenían mucho para aprovechar de la geografía local y en cuanto a los invitados se hizo una selección que, reconoce Adamo, siempre deja algún herido. "Fue como armar una antología que terminamos definiendo con algunos referentes que nos fueron ayudando con la grilla de nombres", explicó.

Mucho más que un paisaje

La elección de Mar del...