Mar del Plata: Ana, la vecina que resiste el avance de los narcos

MAR DEL PLATA.- A Ana Monje le tiraron bombas molotov que su casa del muy humilde barrio Bernardino Rivadavia, donde la vida no vale nada. En este caserío situado en la periferia de la ciudad, , que dispararon contra los bomberos y los policías que fueron a socorrerla.

Cada día en la vida de esta mujer, de 55 años, y en su familia significa resistir y luchar para que no los maten los vendedores de droga que quieren quedarse con el terreno en el que vive desde hace 27 años. El lote de los Monje está en el extremo del pasillo que deben atravesar los narcos que quieren echar a Ana y su familia para instalar un búnker de droga sobre la calle Avellaneda. Para lograr ese objetivo prendieron fuego su casa y le dispararon periódicamente con fusiles FAL, que les alquila uno de los integrantes de la banda de los Doce Apóstoles.

"El 7 de marzo a la tarde me tiraron botellas con nafta y una granada que no explotó. Después comenzaron a disparar contra mi casa. Los balazos me pasaban apenas por encima de la cabeza. Los narcos quieren que me vaya. Con mi familia vamos a resistir. Quieren poner un búnker para vender droga. No tengo otro lugar a dónde ir. Acá está mi casa. Hice dos denuncias contra estos narcos y la policía no metió preso a ninguno. El día que incendiaron la casa les dispararon a los bomberos y al patrullero que los escoltaba. Hirieron a una mujer policía", expresó Ana, en la puerta de lo que quedó de su casa, en Avellaneda al 5900.

En el diálogo con este redactor y con el fotógrafo de LA NACION se respiraba temor, sin saberlo. Poco después de la entrevista, Ana llamó a este enviado para informarle que durante la nota todo era vigilado por los narcos y que, en represalia, volvieron a disparar contra su casa.

"Mientras trataba de apagar el incendio con lo que tenía a mano, no paraban de dispararme. Tenían chalecos antibalas y fusiles FAL que supuestamente les alquilaría Lucio Bricka, que era uno de los miembros de la banda de los Doce Apóstoles. Lucio les mandaba las balas ocultas en potes de helado para que siguieran disparando contra mi casa. Hay dos denuncias hechas y desde las fiscalías no tuve respuesta. Estarán esperando que me maten para meter preso a alguien", sostuvo Ana, que no tiene custodia alguna.

Bricka recibió una de las penas más leves en el juicio por el sangriento motín del penal de Sierra Chica. Beneficiado por la ley del 2 x 1, salió de la cárcel en marzo de 2006.

A dos cuadras de allí, hace siete meses, durante un asalto...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR