Manzur y Kicillof, coroneles de Cristina en el lawfare

Alberto Fernández asistió al acto de asunción del gobernador tucumano, Juan Manzur

Juan Manzur propuso a la Legislatura que Gonzalo Azcárate sea juez en el fuero penal de Tucumán. Su pliego fue demorado por la Comisión de Acuerdos cuando trascendieron una serie de chats que lo confirmarían como autor intelectual del sobreseimiento que el juez Gonzalo Pisa dictó a favor del gobernador en una causa por supuesto enriquecimiento ilícito. Azcárate es secretario del juzgado de Pisa y su ascenso debería reflejar el aparente intercambio de favores con Manzur. La decisión de trabar su pliego es parte del enfrentamiento entre el gobernador y su vice, Osvaldo Jaldo.

Los dos aspiran a continuar la colonización política del Poder Judicial iniciada en la gestión de José Alperovich. Jaldo tiene holgada mayoría en la Legislatura y en la Comisión de Juicio Político. Está en condiciones de revisar la actuación de cualquier funcionario, incluido Manzur. En diciembre de 2020, el diputado radical José Cano le pidió a esa cámara la intervención del Poder Judicial tucumano. Una medida que podría aprovechar el gobernador para acelerar ese proceso. El control del Poder Judicial es una coincidencia con Cristina Fernández de Kirchner que borra cualquier rivalidad con ella.

Manzur lidera la tibia oposición de los gobernadores del PJ a la vicepresidenta, pero no se pronunció contra el lawfare , el concepto con el que Cristina impugna las actuaciones judiciales en su contra, y lo suficientemente amplio para cobijar el interés particular que pueda hallar cada actor del oficialismo en él. Probablemente por la matriz común de los delitos que se imputan a los que se investiga: defraudación al Estado, blanqueo de capitales, enriquecimiento y asociación ilícita. Resulta lógico que Manzur sea uno de los coroneles en la batalla que se libra por esa idea. Igual que Cristina, depende del resultado de estas elecciones para avanzar en esa dirección. Si el Frente de Todos logra una amplia mayoría en el Congreso, podría pedir una intervención afín que le permita contar con una Justicia amiga y desplazar a Edmundo "Pirincho" Giménez, el procurador general que heredó de Alperovich, y sustituirlo por Federico Nazur, actual fiscal de Estado.

Carlos Cisneros está involucrado en esa operación. El diputado es un contacto fluido entre Manzur y Alberto Fernández. Compartió y organizó actos para el Presidente el 21 de junio en Tucumán y el 23 de junio en la Asociación Bancaria. Cisneros es el...

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