Manuel Ribeiro: la historia del sociólogo que hizo de las 'minicuotas' un gran negocio

Los anglosajones lo llaman underdog : es aquella persona o aquel equipo que tiene pocas posibilidades de ganar una competencia. En la provincia de San Luis, la ciudad de Villa Mercedes vio nacer hace 106 años a una tienda familiar que les daría pelea a los gigantes de los electrodomésticos como Frávega, Garbarino o Musimundo, pero que tardó unos 90 años en llegar a la ciudad de Buenos Aires para hacerlo.

Hoy, con 83 sucursales en todo el país y más de $ 5000 millones de facturación anual, Grupo Ribeiro logró hacerse su lugar en el mercado con un énfasis especial puesto en abarcar a toda la pirámide social con su sistema de "minicuotas" y el desarrollo del comercio electrónico.

Manuel Ribeiro, quien pertenece a la tercera generación de la familia que fundó el comercio y es presidente de Grupo Ribeiro, se aferra a los valores que le enseñaron sus mayores, aun cuando él mismo ya tiene nietos. Habla pausado y se enorgullece cuando se refiere a la línea de microcréditos (conocidos en la jerga de la empresa como "minicuotas") que ofrece desde su compañía para los hogares de la base de la pirámide. Combina su conciencia social -derivada de sus estudios de grado en Sociología en la UBA- con un afán por crecer. "Tenemos que ser competitivos", repite constantemente en diálogo con LA NACION, como un mantra, y anuncia que la organización se está preparando para salir a la Bolsa "en cualquier momento".

Para eso, agrega, Grupo Ribeiro busca mejorar su transparencia con un proceso que incluyó la adhesión al Pacto Global Argentina, una iniciativa de las Naciones Unidas que reúne a más de 500 empresas en el país comprometidas con los derechos humanos, el medio ambiente y la lucha contra la corrupción. "Es todo un trabajo: esto nos obliga a tener un seguimiento en la Comisión Nacional de Valores, realizar balances trimestrales y tener auditoría externa", aclara.

Minutos antes de hablar de los planes de cotización en el mercado bursátil, muestra en alto una foto en sepia. En ella están estampados su padre, Luis, y su abuelo, Manuel, detrás de un mostrador, cuando la tienda Ribeiro de Villa Mercedes todavía vendía gramófonos y joyería. Poco queda de aquellos años en los que el negocio familiar estaba constreñido a una ciudad del interior: hoy la compañía tiene más de 2000 empleados -planea contratar unos 200 más este año- y 83 locales distribuidos por todo el país, a los que se van a añadir otros ocho durante este año.

"Inclusión" es una de las palabras con más presencia en boca de Ribeiro. Desde que asumió la presidencia de la empresa familiar tuvo en claro que su negocio estaría orientado a toda la pirámide social. A los que se ubican cerca de la cima los seduciría con el comercio electrónico. A los de la base, con las "minicuotas".

Cuando a Ribeiro se le consulta qué pesa más en la definición de su negocio, si el...

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