Se mantiene alta la cantidad de asesinatos cometidos en asaltos

Hernán Carlos Fontana, un visitador médico, de 45 años, fue asesinado anteanoche por un grupo de delincuentes que intentaron robarle el auto, en Lomas de Zamora. Fue el tercer homicidio en ocasión de robo ocurrido en 72 horas en el conurbano. El martes pasado, en Laferrère, el profesor de Historia Maximiliano Gabriel Taranto, murió cuando un grupo de ladrones le quiso robar la moto cuando llegaba a su casa. Mientras que Orlando Musso, de 94 años, falleció de un infarto durante un asalto, en Merlo.

Con estos tres homicidios, , en lo que va del año, según el relevamiento realizado por LA NACION a partir de los casos que fueron publicados en distintos medios de comunicación y en los que, desde un principio, quedó claramente establecido el robo como motivo del crimen.

Comparado con el mismo período del año pasado, a partir de un sondeo con similares características, este año hubo dos asesinatos más. Además, se mantuvo en un nivel crítico la frecuencia los asesinatos durante robos: cada tres días un asalto terminó con la víctima de ese hecho asesinada. Sólo dos de los 44 homicidios tuvieron como escenario la ciudad de Buenos Aires. Los otros 42 vecinos muertos vivían en el conurbano.

Los asesinatos de Fontana y Taranto pusieron al descubierto que los robos de automóviles y motos fueron las mayores causas de esos homicidios.

El sargento de la Policía Federal Juan Carlos Laila, el estudiante de Arquitectura, Nahuel Bellocq, el comerciante Oscar Fleytas, la docente Sandra Judith Viviano, el operario Cristian Eduardo Cabral, el sargento de la policía bonaerense José Ramón Cabral, el estudiante Juan Manuel Macedo y el estudiante Matías Juárez fueron asesinados para robarles los autos en los que circulaban.

En el caso de Fontana, el último de los nueve hechos, ocurrió anteanoche, en el cruce de Molina Arrotea y Nervo, cerca del Camino Negro, en Lomas de Zamora. Según informaron fuentes policiales, circulaba en su Peugeot 207 gris cuando fue interceptado por cuatro delincuentes que se desplazaban en dos motos.

A partir de la reconstrucción del trágico episodio realizada por los policías que interrogaron a los testigos, se estableció que el conductor no detuvo la marcha de su auto, por lo que uno de los asaltantes le disparó directamente al pecho. A raíz del balazo, el visitador médico se desvaneció y continuó con la marcha del vehículo hasta chocar contra los pilotes de contención de una plaza.

Luego de asesinar a Fontana, los delincuentes asaltaron a...

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