Manguel perfila su gestión: cerca de los libros y lejos de la tertulia política

Con masas secas, una libreta, un lápiz negro y un documento titulado "Algunas ideas para la Biblioteca Nacional Mariano Moreno", Alberto Manguel recibió ayer a un grupo de periodistas por primera vez desde que asumió el cargo de director. Sin preámbulos ni discursos, el escritor respondió preguntas de medios nacionales y extranjeros durante una hora y media. Amable y con sentido del humor, no esquivó ningún tema: del estado en el que encontró la institución después de los despidos y las reincorporaciones al plan para concluir el catálogo digital de la Biblioteca, al que le falta ingresar la mitad de los tres millones de títulos que integran el acervo. Ése es su objetivo primordial.

Manguel tampoco eludió hablar sobre las reuniones de Carta Abierta en la Biblioteca durante la gestión de Horacio González. "Creo que en una sociedad tiene que haber foros de discusión política. Pero la Biblioteca no es el lugar de la discusión política. Sí puede presentar documentos que sirvan a ese debate. Puede, por ejemplo, aportar libros sobre deporte o la historia del fútbol, pero no vamos a convertir espacios de la Biblioteca en una cancha de fútbol ni a tener el equivalente de los salones literarios del siglo XVII."

Para el nuevo director, las instituciones se definen por su función. Así lo explica: "El hospital es una cosa, el banco es otra, la escuela es otra, y si bien uno puede repartir caramelos en el banco, creo que la Biblioteca debe tener una posición digna y veraz. Quiero que la Biblioteca se presente como biblioteca. Nuestro atractivo es brindar un lugar para pensar, para ser enteramente humanos, más inteligentes, para aprender a hacer preguntas y cuestionar".

Desde que llegó al país, hace dos semanas, Manguel pasa el día entero en el edificio de Agüero y Av. Las Heras. "Esto es un laberinto inmenso, para usar una palabra borgeana. ¿Qué encontré? Muchísimas personas que conocen muy bien lo que hacen; muchas están desde hace mucho tiempo. Como vengo de afuera y tengo una experiencia bibliotecaria teórica, no he sido nunca director de una biblioteca pública, confío en que ellos me guíen para saber qué debe hacerse, qué proyectos deben continuar y cómo podemos avanzar con la idea de una biblioteca nacional", contó sobre sus primeros días al frente de la dirección.

Esas ideas, expresadas en el texto compartido con los periodistas y desarrolladas a lo largo de la charla, definen la Biblioteca Nacional como un símbolo de la sociedad, una institución...

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