Manguel deja la Biblioteca: la cultura pierde un gestor y recupera un intelectual

Para quienes habían hablado con en el último tiempo, la decisión de dejar su cargo de director de no fue en absoluto una sorpresa. Ya había contado que tenía problemas de salud y que su oncólogo le había recomendado "bajar el ritmo". Pero no era solamente el oncólogo, sino también la familia. "Si te morís en la Biblioteca, te mato", contó hace un tiempo Manguel que le dijo uno de sus hijos, y ayer, en la charla de prensa en la que anunció su alejamiento desde el mes que viene, volvió a repetirla.

Hubo además alguna broma, por supuesto. En la conferencia sirvieron nada más que agua, y Manguel aludió a su frase de que en la Biblioteca no había plata ni "para comprar un grano de café". , el ministro de Cultura, le siguió el juego y dijo que había pensado en traer justamente granos de café. También bromearon sobre el Mundial. Manguel dijo que no miraron los partidos juntos "porque Pablo no sabe nada del falso 9". Una manera elegante de disimular las diferencias. Pero son las bromas que se hacen para no ceder al énfasis de la tristeza. La justificación de la tristeza era evidente: aquel que logró dirigir la Biblioteca Nacional en el fuego cruzado de la política y la convirtió en algo mucho mejor de lo que era -en algo distinto- debe resignar el cargo por la enfermedad.

No resulta naíf insistir en esa palabra ("enfermedad"), porque esa palabra implica decisiones.

Hubo rumores de "ajuste" de personal, claro. Pero Manguel lo dijo sin rodeos: "Mi decisión es exclusivamente médica. No va a cambiar nada. No se despedirá a nadie y los proyectos en curso seguirán y crecerán". Avelluto lo confirmó: "No hay ninguna intención de producir cesantías masivas. Seguirá la idea de la redistribución de las tareas".

Del mismo modo, seguirán todos los programas en curso (incluido el Centro de Estudios Internacionales Jorge Luis Borges en la antigua sede de la calle México) y se confirmó también la visita de Salman Rushdie, en noviembre.

Al margen de la comidilla sindical, Manguel estaba tan conmovido como Elsa Barber ("estoy en shock", dijo), la vicedirectora, que asumirá ahora el cargo [ver aparte], y de una manera que no es interina. "En principio, no buscamos un nuevo director", dijo Avelluto. Será la primera mujer en dirigir la Biblioteca. Además de agradecerle a Barber, Manguel habló de todos los empleados de la Biblioteca. "Son personas que están en los rincones más secretos de la Biblioteca, haciendo un trabajo extraordinario, que no se ha reconocido. Sin...

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