Mangeri habló durante más de cuatro horas y se complicó solo

Fue el momento más tenso de una que duró algo más de cuatro horas y media, en la segunda audiencia del , por el homicidio de la adolescente Ángeles Rawson. Además, en su extenso relato, el imputado denunció que la policía lo torturó e incurrió en una importante serie de contradicciones.

Pablo Lanusse, el abogado que representa a la familia de la víctima y que tuvo un pasado como fiscal, le pidió al imputado si podía mostrar sus manos, Mangeri las levantó y el letrado le preguntó: "¿Apretó alguna vez el cuello de alguna persona con esas manos?".

A viva voz, Adrián Tenca, el defensor de Mangeri, exclamó su oposición a la pregunta. Pero el juez Fernando Ramírez no hizo lugar a la solicitud. En medio de ese intercambio de pedidos y rechazos, Mangeri gritó: "No". Entonces, Lanusse explicó el motivo de la pregunta: "Quiero que el acusado responda si con esas manos le quitó la vida a Ángeles Rawson". Mangeri, sentado a menos de dos metros respondió: "No".

Según la autopsia, Ángeles fue víctima de un intento de abuso sexual y como se resistió, fue estrangulada. El homicidio ocurrió poco después de las 10, del 10 de junio de 2013, cuando llegó al edificio de Ravignani 2360, en Palermo, donde ella vivía y donde Mangeri trabajaba como encargado.

Durante los pedidos de elevación a juicio que se leyeron en la primera audiencia, la querella y la fiscalía afirmaron que Mangeri habría matado a Ángeles para evitar que lo denunciara por el intento de abuso sexual.

En este contexto se registró el otro momento más intenso del debate. El fiscal Sandro Abraldes, quien acompaña a su colega Fernando Fiszer en la acusación, le preguntó a Mangeri: "¿Sentía atracción sexual por Rawson?". Tenca volvió a oponerse, el presidente del Tribunal Oral N° 9 permitió que el fiscal siguiera con la pregunta porque consideró que se refería a uno de los delitos que se le imputan, intento de abuso sexual, y Mangeri contestó: "No, de ninguna manera". Ayer, Mangeri mostró una actitud distinta a la que exhibió en la primera audiencia. Estuvo bien despierto. No se dormía. Cambió su semblante y su ropa. Dejó de lado la remera blanca de la primera jornada y eligió una camisa negra cuadrillé y un jean. Con ojos bien abiertos respondió al tribunal integrado por los jueces Ramírez, Ana Dieta Herrero y Jorge Gettas. Aunque incurrió en contradicciones, su voz no dejó de...

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