Malsonante

Cuando Raúl Alfonsín, terminó su discurso de campaña de 1983 recitó como una plegaria parte del Preámbulo de la Constitución. El peronismo, en cambio, desde su mismo comienzo, se identificó con la exclamación "¡Carajo!". En el Diccionario de la Real Academia Española, figura como interjección malsonante. De chico, comprendí que era una mala palabra, que no debía usar. Sin embargo, observaba que, de todas las expresiones condenadas, era de las más empleadas por los adultos. "Carajo" tuvo amplio éxito en los discursos populistas.

En bocas peronistas, "carajo" es hoy tradicional e insípida. Además, ya no es patrimonio justicialista o kirchnerista. Mauricio Macri, cuando se jactó de que ciertas zonas de Buenos Aires ya no se inundaban...

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