Malcorra expresó al jefe de la OEA el malestar oficial por su apoyo a Sala

Una queja, la transmisión de sorpresa y visible malestar. En este tono, la canciller Susana Malcorra se comunicó ayer con el jefe de la OEA, Luis Almagro, para expresar la molestia del Gobierno ante la carta de apoyo a Milagro Sala y el pedido de liberación "inmediata" que envió el titular de la Organización de Estados Americanos a la líder de la agrupación Tupac Amaru, detenida desde diciembre pasado en Jujuy.

Según pudo reconstruir LA NACION de varias fuentes de la Casa Rosada, Malcorra dialogó ayer por teléfono con Almagro y le transmitió la molestia de la Argentina por la misiva que el jefe de la OEA había enviado a Sala para darle un fuerte apoyo a la dirigente kirchnerista jujeña, acusada por la Justicia del delito de sedición en una protesta y por causas de corrupción ante el manejo irregular de fondos públicos.

"No hubo una carta formal de la Argentina a la OEA porque la carta que envió Almagro fue a título personal a Sala. Pero Malcorra planteó su queja por teléfono ante lo que evalúa como un exceso de funciones de parte de Almagro", explicó un funcionario del Gobierno.

De esta manera, la canciller también buscó enviar una señal a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, que está reunida en estos días en Panamá y que podría emitir un mensaje por el caso Milagro Sala ante las denuncias presentadas por el Cels y Amnistía Internacional. Según señalan fuentes diplomáticas, la Comisión Interamericana podría tomar tres caminos en lo inmediato: hacer lugar a las medidas cautelares que se presentaron para liberar a Sala; emitir un comunicado en línea con el Grupo de Trabajo de Detención Arbitraria de la ONU, que pidió liberar a Sala, o aceptar la invitación del presidente Mauricio Macri para evaluar in situ la situación de la dirigente de Jujuy antes de emitir un informe.

De todas maneras, en el Gobierno creen que la carta de Almagro a Sala "no ayudará a que la Comisión Interamericana tome una postura en calma". También hay quienes intuyen que la jugada de Almagro busca equilibrar su juego político interno en la OEA, en vista de que ya había reclamado la liberación del opositor al chavismo Leopoldo López, que está preso, y por ello fue criticado desde el gobierno de Venezuela.

En la misiva que dirigió Almagro a la líder de la Tupac Amaru en su calidad de diputada del Parlasur, el jefe de la OEA destacó que "el más firme apego al pleno respeto de los derechos civiles y políticos, a la libertad de expresión, así como las...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR