Maira Maidana: 'Cada vez que queman a una mujer siento el mismo dolor'

"Cuando escuché la noticia de que habían prendido fuego a otra mujer me puse a llorar. Comencé a sentir dolor, como si me estuviese pasando a mí. Se me hizo presente otra vez el dolor de mis propias quemaduras. Cada vez que queman a una mujer siento el mismo dolor". Así, Maira Maidana describe la sensación que atravesó su cuerpo ocho días atrás, cuando se enteró de que, muy cerca de su casa, en Quilmes, a Graciela Coria, de 47 años, su marido la había rociado con alcohol y prendido fuego. Esta mujer murió ayer a la madrugada y se convirtió en la 36» víctima de un femicidio en lo que va de este año.El 25 diciembre de 2011, Maira estuvo a punto de convertirse en una de las 147 mujeres que, según la ONG La Casa del Encuentro, fueron víctimas de femicidios por incineración entre 2008 y el 31 de diciembre pasado. Antes de rociarla con alcohol y prenderla fuego, su pareja vació el tanque de agua de la casa con el objetivo de que ella no pudiera apagar las llamas que la abrasaban.Maira se salvó porque se tiró a la pileta de lona que tenía en el patio. "Le pedí a mi mamá que me acompañe a visitar a esta señora que quemaron. Sé que debo estar con ella, ayudar a su familia", dijo a LA NACION en el patio de su casa, en San Francisco Solano, Quilmes. No llegó a hacerlo, porque Graciela Coria nunca salió de terapia intensiva.Ella conoce muy bien el Hospital Isidoro Iriarte, de Quilmes, donde Coria agonizó una semana. Allí la atendieron cuando la quemó su pareja. Ahí también le salvaron la vida a Gina Certomá, quemada por su novio el 2 de enero de 2017. Además, de compartir la angustia por este nuevo femicidio, junto con Olga, su madre, Maira difundió la noticia en el grupo de WhatsApp que integra con Patricia Hernández y Fernanda Serna."Somos todas quemadas. Las tres compartimos el dolor que produce el fuego cuando quema nuestra piel. Tenemos reacciones distintas, pero sentimos lo mismo. Yo estallé en lágrimas cuando escuché la noticia de lo de Graciela Coria. Fernanda me contó que fue corriendo a meterse debajo de la ducha, como si hubiese sido ella la que estaba quemándose viva. Cuando nos conocimos y comenzamos a hablar de lo que nos había pasado nos dimos cuenta de que sentíamos el mismo dolor y que lo expresábamos. Fue como si estuviéramos conectadas por el sufrimiento", explicó Maira.Patricia Hernández fue quemada en 2013, en su casa de Luján. Por ese ataque, la Justicia condenó a 15 de prisión a su esposo, el colectivero Carlos Alberto Dungel...

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