Macri procura salir de su laberinto por arriba

Un importante banquero ya lo había puesto sobre aviso al mismísimo presidente Mauricio Macri: "Desde abril, no entra un solo dólar de inversión en América Latina".Sin un mercado propio de capitales, y con un sistema de sustentación económica exclusivamente basado en el crédito externo y con un gradualismo moroso, Macri supo más temprano que tarde que lo peor no había pasado, como se había cansado de repetir, y que "la tormenta" -imagen reiterada que eligió como metáfora de la crisis- se quedaba corta y no solo se convertiría en fiero temporal sino que anticipaba vientos huracanados, como los que suceden en la Florida, pero sin haber tomado las previsiones del caso. Los destrozos quedaron a la vista.Macri se mantiene lejos de la televisión y de las redes sociales para no intoxicarse con cierta histeria mediática.¿Y cómo está su estado de ánimo?: "Aguantando, es mi destino, manteniendo la calma, pero seguimos en la licuadora", confía a los que lo rodean. La resiliencia, su principal fortaleza, está a prueba ahora como nunca.Macri tiene una explicación -solo una-para lo que viene pasando: "Trump cambió todo el tablero y el mundo generó riesgos sobre los países emergentes", aunque es consciente de que la mayor dependencia de la Argentina del crédito externo dificulta más el ajustado cuello de botella por el que se transita. Complicado.Pragmático, no discute cierta irracionalidad de los mercados, solo describe cómo funcionan: "Cuando estás de moda te llenan de dinero, pero cuando cambia la onda, no hay plata que alcance", suele argumentar.Macri está convencido de que dentro de "la licuadora" dan vueltas Brasil, Turquía, las Lebac y hasta los cuadernos de la corrupción, un combo que "nos revuelca", admite.Por eso solo ve una única gran solución en la que se combinan tres cuestiones cruciales: 1) el nuevo acuerdo con el FMI ("No dije que estaba firmado sino que estaban dispuestos a adelantar los fondos", aclara cuando escucha reproches sobre su anuncio; 2) la sanción, hacia noviembre, del presupuesto por parte del Congreso, aspecto en el que se muestra optimista por el trabajo que vienen realizando en la materia desde hace meses Emilio Monzó, Marcos Peña y Rogelio Frigerio; "si logramos de verdad aprobar un presupuesto que nos acerque al equilibrio habremos cambiado la historia", no se cansa de enfatizar en estas horas y 3) que el ajuste fiscal -la madre de todas las batallas de la nueva era- por fin se concrete y no siga siendo una promesa para...

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