Macri llamó a bajar el nivel de agresión y confrontación política

Una neblina matinal inoportuna estuvo a punto de complicar sus planes. Finalmente, y tres horas después de lo previsto originalmente, logró pisar por primera vez La Matanza desde el inicio de su mandato. La agenda oficial indicaba la presentación de la ampliación de la planta de una embotelladora nacional, pero el Presidente no se olvidó, en su paso por el principal bastión kirchnerista, de fustigar el espíritu de la marcha en su contra organizada por el cristinismo y .

"Para aquellos [a los] que sigo viendo a diario enojados, queriendo pelear, confrontar, les quiero decir que necesitamos que todos nos demos la oportunidad. Que podemos estar equivocados y que si la mayoría hemos decidido un cambio en democracia es porque creemos que es porque hay un futuro mejor para todos y que ", dijo el Presidente. El sábado, Bonafini había calificado a Macri de "enemigo" y afirmó que se iba a "caer solo", en un acto del que participaron y la cúpula de la agrupación La Cámpora.

"El camino es escucharnos, dialogar y sumar, no agredir y confrontar. En eso creemos como gobierno y eso es lo que quiere la gran mayoría en este lindo país", afirmó Macri, rodeado de operarios de la fábrica Manaos, acompañado por la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y con la intendenta kirchnerista Verónica Magario sentada en primera fila.

Un rato antes, el Presidente pareció referirse a la al cuestionar el método de liderazgo. "Tenemos que creer que se puede, que hay un camino de progreso compartido que hemos comenzado a recorrer, pero que no se basa en un líder iluminado y mesiánico que le va a decir todo lo que tiene que hacer cada uno de ustedes, sino que se basa en el aporte que podemos hacer cada uno de los argentinos", dijo el Presidente.

Fue la primera reacción pública del Presidente luego de los , en los que varios oradores compararon a Macri con la última dictadura militar y llamaron a la "resistencia". En las últimas horas, los ministros del Interior (Rogelio Frigerio) y de Seguridad (Patricia Bullrich) cuestionaron esa postura y afirmaron que esos sectores "buscan el fin del Gobierno".

Apuesta territorial

Más allá de la respuesta, Macri y Vidal encararon un contraataque en territorio peronista. La primera fue la gobernadora, que afirmó: "La Matanza no es del Presidente, ni de la intendenta, ni de una gobernadora. Es de sus vecinos", dijo la gobernadora. Y de inmediato, en tono casi electoral, agregó una frase que le gustó al Presidente. "Vamos a quedarnos...

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