Macri, a la búsqueda del 'buen opositor'

Tal vez este lunes se concrete el verdadero comienzo del gobierno de Mauricio Macri. Como le pasó en la Ciudad, tirar lastre, acomodarse y entender de qué se trata, para después avanzar con planes concretos, le insumió casi la primera mitad de su gestión como jefe del gobierno porteño. Macri caracteriza a esta primera mitad de su gestión presidencial con una metáfora inquietante: el avión que se va a pique y en el que al nuevo piloto no le queda otra que tomar el timón y enderezarlo urgentemente para no estrellarse.

En estos dos años iniciales arrancó un cambio cultural y político profundo, pero condicionado por un poder paralelo, el kirchnerismo, que incendió discursos y calles, al tiempo que desde las propias entrañas del Estado trabó lo más que pudo los primeros avances. La ofensiva judicial final sobre los principales funcionarios que delinquieron en ese régimen, y su progresiva pérdida de sustancia electoral, le permitarán ahora, más que nunca, a Macri acelerar por una carretera más despejada.

Como ingeniero que es, el tiempo transcurrido no fue en vano: cavó el pozo donde se levantarán los cimientos del gran edificio que ahora, con el aval favorable de dos elecciones consecutivas pretende comenzar a levantar.

La amplia convocatoria al CCK de 170 representantes de sectores empresarios, sindicales, universitarios y parlamentarios será para presentar lo que la posteridad recordará, para bien o para mal, de su paso por el poder: las vigas maestras del "reformismo permanente" que procurará poner a tono con la época legislaciones laborales, tributarias, previsionales, educativas y políticas que fueron pensadas, en su momento, para un mundo que ya no existe desde hace décadas.

El otro tema es que en esta nueva etapa que se abre, la contrafigura tóxica del Presidente, Cristina Kirchner, que tanto rindió mediáticamente para marcar contrastes, debería empezar a quedar atrás para dar lugar a la aparición de lo que podríamos denominar el "buen opositor".

Obviamente que ese cambio trascendental no será de un día para el otro ya que la caída del kirchnerismo es traumática, con resistencias y en sucesivas etapas. En la semana que pasó sumó el desafuero y cárcel de Julio De Vido, figura clave que ya en 2004 Elisa Carrió definió como "el cajero" de ese régimen y están en curso varias causas más, inclusive las de la senadora electa por la minoría, Cristina Kirchner, que también pasó por Comodo Py horas después de su derrota electoral, que no termina de...

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