Macri, Alberto y el combate perpetuo

En Madrid, ante diputados españoles, Alberto Fernández dibujó un país distinto del país de Macri si él llegara a ocupar la poltrona presidencial. Algunas definiciones pertenecen a su bagaje intelectual. Otras forman parte de la lógica electoral. Ser diferente de Macri es su necesidad política cuando todavía está en competencia. Las cuestiones más relevantes pasaron por la política exterior y por la relación con el Poder Judicial. En Buenos Aires lo aguarda un presidente que no se resignó a la derrota y que, más aún, está dispuesto a librar el combate hasta el minuto agónico. Macri ya está preparando los dos debates previos a las elecciones que obligatoriamente deberán hacerse. Bosqueja un discurso en el que le dirá a su principal contrincante que hubo un antes y un después de las elecciones primarias. Que el triunfo de Alberto Fernández, le enrostrará a Alberto Fernández, fue la razón del descalabro de la economía posterior a las elecciones. Alberto intuye esos preparativos y gana terreno atacando primero desde cualquier atril oportuno. Es un combate por el poder, que en política es el único combate que vale la pena.Alberto Fernández dijo también en Madrid frases polémicas. , pero luego aclaró que no habló de eso. En realidad, precisó, estaba criticando un presupuesto sin recursos suficientes para la ciencia.Dijo que si la Argentina hubiera invertido en tiempo y forma en ciencia y tecnología (durante décadas, obviamente) tendría capacidad propia para extraer petróleo y gas. Fue una revisión nostálgica de la historia. No cuestionó las inversiones petroleras ni aludió a Vaca Muerta. No podía cuestionar la Argentina actual, donde las empresas petroleras entregan al Estado más del 40 por ciento de sus ganancias en concepto de impuestos nacionales, provinciales y municipales. Lo que el Estado hace con esos recursos es un problema de la política, no de las petroleras. En la era de Macri, Vaca Muerta fue el único lugar que convocó inversiones por miles de millones de dólares. El país tiene ahora superávit energético. En algún momento, el bosquejo de una política de Estado se perfiló en Vaca Muerta. ¿Fue solo una ilusión? Sucede que Cristina Kirchner firmó el primer contrato con la norteamericana Chevron para explorar y explotar petróleo y gas no convencionales en Vaca Muerta. Pagó un precio político porque en esos tiempos ella posaba ya como una líder revolucionaria. Macri, que de revolucionario no tiene nada, continuó y profundizó esa política...

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