Lollapalooza: los buenos síntomas del festival

Si algo dejó el balance del primer Lollapalooza argentino es tranquilidad: aquí también pueden organizarse festivales al nivel de los requerimientos internacionales.Después de más de una década de acontecimientos de este tipo, en los que los nombres de los sponsors y los productores fueron variando al igual que la calidad de las grillas y la oferta de servicios, en el ambiente flotaba la duda de si en la Argentina éramos capaces de organizar el Lollapalooza como en Chile, donde el festival desembarcó en 2011. Y la respuesta es un sí rotundo. Empardados en lo musical (las bandas fueron las mismas y este fin de semana cerrarán la gira de Lolla en Brasil, con el agregado de Muse), en lo que respecta a convocatoria, el debut local le ganó por goleada a la primera edición trasandina: 130.000 espectadores en San Isidro contra 50 mil en el Parque O'Higgins de Santiago.Coorganizado por la productora...