Loeb no se siente tan extraño en este rally

JUJUY.- A mediados de año, Sebastian Loeb se subió por primera vez al auto que había desentonado seis meses antes, en el regreso de Peugeot al Dakar. Dio unas vueltas. Diez minutos después se bajó con una lista de sugerencias, que todos entendieron lógicamente como pedidos. Los directivos de la marca quedaron maravillados porque el piloto francés había encontrado los defectos del auto en tiempo récord. Apuntó a mejorar la estabilidad lateral y el peso del chasis, los neumáticos y la potencia del motor.

Nueve veces campeón mundial de rally, Loeb corre por primera vez el Dakar: ganó las dos etapas disputadas. Encabeza la general con la nueva versión del 2008 DKR que, hasta ahora, opacó a los Mini All4 que ganaron las cuatro últimas ediciones de este rally. No es un dato menor: el mejor Peugeot en 2015, conducido por Stéphane Peterhansel, llegó muy retrasado, en el undécimo lugar de la general. Hoy, los coches franceses preparados en Velizy, a media hora de París, son la gran sorpresa en lo más alto.

Loeb se cansó de ganar el Rally de la Argentina, que obtuvo en ocho ocasiones consecutivas. Este es un país que le sienta cómodo. "Me sentí muy bien durante todo el trayecto y estoy disfrutando. Sé que las cosas serán más complicadas en las próximas etapas. Cambiarán los caminos y la navegación". Al llegar al campamento fue recibido con un aplauso por todo su equipo. Con una sonrisa, el piloto le estrechó la mano a cada uno de sus asistentes.

-En su debut en el Dakar ganó las dos etapas y lidera la general. ¿Está sorprendido?

-Mentiría si digo que no lo estoy. El lunes ya estaba asombrado cuando me encontré primero delante de los coches de tracción integral. Imagínese ahora.

-De todas maneras, la competencia recién comienza.

-Sí, estoy acá para divertirme y hacer lo mejor, así que estoy feliz. Al momento todo va bien así que no hay motivo para no estar tranquilo.

El piloto francés, de 41 años, se movió como pez en el agua en un terreno muy parecido al del Mundial de Rally (WRC), su hábitat natural, caracterizado por tramos más cortos y sin tanta arena. A su juego lo llamaron. "Es un piloto excepcional, tiene una capacidad de reacción increíble", afirma Bruno Famin, director deportivo del equipo.

El talento de Loeb no es nuevo. En 2008 se subió a un Fórmula 1 por primera vez y opacó a muchos pilotos de renombre. En la trepada de Pikes Peak, con exigencias totalmente diferentes, marcó un récord y en el Mundial de Turismo le hizo frente hasta el...