El Loco Bielsa ya encabeza su pequeña revolución francesa

MARSELLA.- Marcelo Bielsa tardó siete partidos en meterse en el bolsillo izquierdo, chiquito y pegado al corazón, a los hinchas de Olympique. Faltaban apenas tres minutos y era cuestión de adivinar, nomás, si su equipo estiraría la goleada ante Reims. El 5-0, resultado final, sirvió como batuta. La gente calentó la garganta, vocalizó y le hizo una dedicatoria a coro. "Bielsa, Bielsa, Bielsa, Bielsa...". Aunque deberían afinar algunas notas, el gesto voló por las redes sociales y saltó de portal en portal por Internet. El Loco, pese a las dudas del comienzo, cautiva por estas horas por las cinco victorias consecutivas. Pero también por su personalidad. A los hinchas no les importan las eternas conferencias de prensa ni si el rosarino mira a los ojos o hunde la vista en el escritorio. A ellos les gustan estos primeros pasos futbolísticos y, sobre todo, lo que transmite el argentino, por ejemplo, capaz de recriminarle en público a su presidente -Vincent Labrune- algunas promesas incumplidas.Olympique está primero, a la espera del partido de mañana entre Bordeaux y Saint-Etienne. Si alguno gana, lo igualará. Un empate le dejará la vanguardia con exclusividad al conjunto dirigido por Bielsa. A los simpatizantes los atrae la figura del entrenador, algo misteriosa y hosca. Los afiches con su cara pueden verse por la ciudad y comprarse en los negocios de venta oficial de la entidad. "Nuestra gloria es inmortal", se lee en uno. "El Marsella unido jamás será vencido", sentencia otro.Sólo a Bielsa puede ocurrírsele en el mejor momento desde que llegó a Francia poner en duda el cumplimiento de su contrato. Aclara que es por dos años, pero también que puede romperse en junio de 2015 (ver aparte). "No me gusta hacer planes a largo plazo. Fue una petición mía". Sólo él. Son las cosas que llaman la atención y que lo vuelven un personaje tan particular.El estilo de siempre"Las goleadas pueden generar un exceso de confianza, pero vamos a tratar de evitarlo. Obviamente es muy pronto para hablar del título; simplemente, debemos...