Lluvia de penales y escaso fútbol, para el pase de Atlético

Los octavos de final de la Liga de Campeones no dan para lujos. Ni para propuestas arriesgadas, salvo que la clasificación a los cuartos se vea comprometida y haya que salir al ataque para cumplir con el mandato de anotar.

Atlético Madrid y PSV dan fe de ello. El 0-0 en Eindhoven no estimuló al colchonero para descifrar el previsible cerco de los holandeses. No hubo tormenta de ataque del equipo del Cholo Simeone.

Encima, el planteo de Philip Cocu, técnico de PSV, que consistió en mantener la posesión y cubrir el campo, le dio a PSV cierto dominio, en el primer tiempo. Luego, Atlético reaccionó y hasta hubo un tiro en el palo de Fernando Torres, pero sonó aislado y escaso para el aliento que Simeone reclamaba del Vicente Calderón. Antes, PSV estuvo cerca de anotar, pero entre el arquero Oblak y el palo se frustró la chance de Jurgen Locadia.

Hubo más tiempo para intentar, con el suplementario, pero ahora eran las piernas las que no respondían. Los 210 minutos no alcanzaron y sólo un penal del delantero Luciano Lansingh que rebotó en el travesaño, terminó con el equilibrio: Juanfran marcó para Atlético el 8-7.

El que cometía un error perdía; ninguno lo cometió y en los penales quedó de nuestro lado...