Con un llamado a la unidad, Felipe da las primeras señales sobre su reinado

MADRID.- Al príncipe Felipe se le humedecieron los ojos con la ovación. Se puso de pie y esperó unos segundos antes de retomar la compostura de un noble profesional.Entonces sí, se acomodó frente al atril y convirtió el primer discurso desde la abdicación de su padre, el rey Juan Carlos, en una versión abreviada del programa con el quePrometió que cuando asuma el trono pondrá todo su "empeño" en servir a una España "unida y diversa", en una clara alusión al desafío separatista de Cataluña que amenaza la integridad del país. Y enfatizó en la necesidad de diálogo social para salir de la profunda crisis económica que entra en su sexto año.Felipe habló ayer durante la entrega de un premio cultural en un monasterio de Navarra, un acto protocolar programado desde mucho antes de que se conociera el relevo en la corona. Famoso por la obsesión con que revisa cada frase que le toca pronunciar, el futuro rey no quiso desperdiciar la ocasión para mostrar que que el lunes le encomendó su padre.Su alusión a la "unidad y diversidad" de España tuvo una inmediata repercusión política. Felipe lidia con el dilema catalán hasta en los preparativos de su proclamación.Poco antes de sus palabras el bloque de diputados nacionales de Convergència i Unió (CiU) -el partido que gobierna Cataluña- anunció que se abstendría en la votación de la ley que debe regular la sucesión real.Su líder y presidente de la Generalitat, Artur Mas, dejó en suspenso incluso su asistencia al acto solemne de jura del nuevo rey, previsto para el próximo miércoles 18. "Veremos si tengo la posibilidad de ir", dijo.Esa actitud le valió ayer un reproche público del presidente del gobierno, Mariano Rajoy: "No es el momento de hacer política pequeña".El gobierno de Cataluña promueve la convocatoria para el 9 de noviembre de una consulta popular en la que los ciudadanos de esa región decidan si quieren independizarse de España. La Moncloa considera ilegal esa jugada y advierte que no la autorizará.Desde principios de año, el príncipe Felipe incrementó su presencia institucional en Barcelona y las otras capitales catalanas, donde mantuvo encuentros oficiales con Mas y reuniones reservadas con decenas de grandes empresarios y figuras públicas.En su entorno descuentan que una de las tareas...

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