Literatura y psicoanálisis, un mundo en común donde habitan las palabras

Desde el surgimiento del psicoanálisis en Viena, a fines del siglo XIX, las relaciones con la literatura fueron fértiles. Si bien los gustos literarios de Freud no se caracterizaban por su adhesión a las vanguardias -además de su interés por Sófocles, se sabe que admiraba a Shakespeare y a Dostoievski-, su señalamiento de que la literatura advertía síntomas de la cultura occidental antes que la ciencia fue decisivo para tejer alianzas. Años después, Lacan indicó que El arrebato de Lol V. Stein, de Marguerite Duras, lo precedía en el descubrimiento de un saber: "Es precisamente lo que reconozco en el encantamiento de Lol V. Stein, donde Marguerite Duras demuestra saber sin mí lo que yo enseño". La escritora había llegado antes que el analista dandi.

En la Argentina ese vínculo fue también fructífero, sobre todo en los 70, con escritores y analistas como Luis Gusmán, Germán García y Osvaldo Lamborghini. Desde la revista Literal, dirigida por García (hace poco reeditada en edición facsimilar por la Biblioteca Nacional), se reivindicaba el estatuto autónomo de un nuevo lenguaje que entrelazaba el psicoanálisis con la semiótica, la crítica y la literatura: la ficción teórica.

¿Cómo es hoy esa relación en la Argentina y qué incidencia tiene en la industria editorial? ¿Sigue siendo significativo o actúa con la inercia del pasado? Una primera respuesta la aporta la jornada de diálogos con escritores y psicoanalistas que se realizó anteayer en la BN. Luego, son muchas más las voces que hablan de la vigencia de esta conexión. "El psicoanálisis, como la literatura, es un mundo habitado por palabras. Es muy común que un analista escriba; puede escribir sus casos para sí mismo, para revisar su práctica clínica o pensar cómo destrabar un caso complejo, pero también para sublimar, para realizar un acto creativo -dice Gabriel Rolón, autor de varios best sellers ensayísticos y de una primera novela con temática "psi", Los padecientes, donde el psicoanalista actúa como detective-. El consultorio implica el contacto directo y cotidiano con la angustia y la posibilidad de sumirse en el arte resulta fundamental para quienes estamos tantas horas cara a cara con el dolor. Diría que el ejercicio artístico no sólo es compatible, sino también indispensable para un psicoanalista." Respecto de las temáticas que comparten ambos dominios, el autor de Cara a cara es preciso. "El ser humano y sus pasiones. Ningún libro escapa a la tragedia de la vida, al milagro del amor...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR