Los límites del 'modelo' y lo que vendrá

Son señales dispersas. Balbuceos que todavía no configuran un mensaje. Pero antes de iniciar su segundo período, Cristina Kirchner está dando a entender que ha comprendido que su "modelo" ha tocado un límite. http://www.lanacion.com.ar/1420594-cristina-kirchner-y-obama-acordaron-reflotar-la-relacion concurrió con una agenda financiera. http://www.lanacion.com.ar/1420886-prepara-el-gobierno-drasticas-reducciones-de-los-subsidios . Y la viceministra de Trabajo y candidata a conducir esa cartera declaró ayer a LA NACION que el Gobierno fijará un techo para los aumentos de salarios.Como Juan Perón después de su reelección, en 1952, la Presidenta parece admitir que la expansión de la economía ha llegado a su última frontera. Para evitar una crisis mayor haría falta reordenar las principales variables. Gasto público, salarios, quizá tarifas. Hay una disfunción que subyace a todas las demás: la inflación. Pero de eso todavía no se habla.La nueva etapa aún carece de una narración. Acuerdo Económico y Social, Programa de Convergencia Nominal (el repliegue de la inflación, gasto, emisión y paritarias, a un nivel homogéneo del 18%). El kirchnerismo anda en busca de una nomenclatura. De cualquier modo, se trata de una racionalización.En Cannes la Presidenta se aisló en su cuarto. Por momentos sólo Isidro Bounine, el secretario privado, estuvo al tanto de su agenda. Quienes debían acompañarla a algún encuentro eran convocados 10 minutos antes. Y algunos ministros que, como Débora Giorgi, pretendieron una audiencia, tuvieron que volver sin el regalo. Ese estilo algo despótico, consustancial con el peronismo, garantiza el hermetismo de ambos lados: los integrantes de la corte, atemorizados, tienen poquísimos estímulos para decir lo que piensan. Ella, por supuesto, esconde las cartas.Sin embargo, http://www.lanacion.com.ar/1420413-obama-describio-a-cristina-como-una-gran-amiga-y-destaco-los-lazos-comunes-entre-eeuu-y-la-argentina fue un indicio de cierta propensión a normalizar el frente externo. Cuando la planificaron, las autoridades de los Estados Unidos se fijaron dos objetivos, que se podían detectar por las especialidades de quienes ingresaron al salón.Primero, la señora de Kirchner debería comprender que el conflicto con Irán es central en la estrategia internacional norteamericana y que Washington espera tener a la Argentina de su lado. Por algo Tom Donoly y Dan Restrepo, del Consejo Nacional de Seguridad, estaban en el salón.Obama y sus colaboradores salieron complacidos: según fuentes de su administración, la Presidenta garantizó a Obama que mantendrá las acusaciones contra el régimen de Teherán por el atentado contra la AMIA. Es difícil comprender cómo convivirá esa promesa con la negociación con Mahmud Ahmadinejad que anunció la señora de Kirchner en la última asamblea general de la ONU.El otro propósito de la cita era ofrecer a la Argentina la ayuda necesaria para la normalización de sus relaciones financieras internacionales. En Washington quieren evitar que se repita lo ocurrido en 2007, cuando el escándalo judicial de la valija de Guido Antonini Wilson echó a perder el que, se suponía, sería un reacercamiento de la flamante presidenta Cristina Kirchner a los Estados Unidos. En los próximos días podría haber una señal de esa buena voluntad: la silla norteamericana en el BID volvería a votar a favor de un crédito para la Argentina. Aunque, en realidad, la decisión de no bloquear un préstamo destinado a la ayuda social fue anterior a la cumbre de Cannes.El secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, y la procuradora del Tesoro, Angelina Abbona, quedaron en...

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